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    Una empresa revoluciona la producción de huevos

    Redacción

    Los gallos y gallinas actuales son descendientes domésticos del Gallus gallus, un agresivo gallo rojo, de la familia del faisán, que habitaba los bosques del norte de la India y el sur de China. Estos animales se empezaron a domesticar en Tailandia antes del 7.500En Italia una empresa revoluciona la producción de huevos a.C y llegaron al Mediterráneo hacia el 500 a.C.

    La forma de críarlas fue cambiando con los siglos, hasta las súper naves avícolas industrializadas que conocemos hoy día.

    De a poco la legislación de la Unión Europea intenta mejorar la vida en producción de las gallinas, estipulando por ejemplo, el espacio mínimo necesario para que pueda desarrollarse, pero esta empresa va más allá de la cría respetuosa, quiere devolverlas a su hábitat original: el bosque.

    Gallinas. Foto: SAMI AKSU

    Hoy la empresa de Rapella, Uovo di Selva, cuenta con 2.100 gallinas, que habitan en semilibertad –por la noche son encerradas en el gallinero para evitar el ataque de los depredadores, en una parcela de dos hectáreas de bosque de castaños.

    Cuanta Massimo Rapella, de 48 años de Uovo di selva que las gallinas se adaptaron rápidamente a vivir en el bosque, pero lo que más les costó fue acostumbrarse a la nieve. Están libres todo el tiempo sin límites, pero tienen disponible un refugio para la noche, para protegerse de los depredadores y el frío invernal.

    Estas gallinas libres, no ponen huevos todos los días como las gallinas que se encuentran en producción industrial, pero Massimo logra recoger unos 1.300 huevos por día que se repartirán entre restoranes y familias consumidoras de huevos ecológicos de las provincias de Sondrio y Milanese

    Las gallinas se la pasan el día comiendo todo lo que encuentran por el suelo, al igual que sus ancestros.

    Gallinero. Foto: UNSPLASH

    Según Rapella, los huevos son más sabrosos que cualquier otro incluso que los de producción ecológica. Tienen más proteína, porque las gallinas también se alimentan de insectos.

    Los resultados en la cocina son excelentes, un huevo batido alcanza tres veces el volumen que uno convencional. La yema de huevo puede incluso cambiar con las estaciones. En otoño, cuando los pollos comen castañas ricas en taninos que caen de los árboles, adquiere un color más oscuro y un sabor más rico.

    Este modelo productivo innovador es un éxito, pero Massimo no busca ampliar la producción a otros sitios. Dice que sus huevos son especiales. “Nunca sería lo mismo en ningún otro lugar”.

    Fuente: elproductor