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    El primer coche volador ya se puede reservar en España

    Alef Aeronautics, con el apoyo económico de Tesla, abre las reservas de este curioso automóvil, que tendrá un precio cercano a los 300.000 euros

    Redacción

    Han sido muchas las empresas automovilísticas que se han esforzado por ser la primera en hacer que uno de sus prototipos de coches voladores lleguen al mercado. Sin embargo, ya hay fecha para poder ver un coche volando por España.

    El fabricante que dice haber alcanzado la meta antes que cualquier otro es Alef Aeronautics, una compañía que nació 2015 y cuenta desde sus inicios con el respaldo económico de Elon Musk y Tesla. Alef fue fundada con el claro objetivo de diseñar y desarrollar el primer coche volador del mundo —como reza su propio eslogan—, que llevan probando desde 2019.

    De hecho, la venta anticipada del Modelo A ya está abierta. Los interesados tan solo tienen que realizar un depósito de 142 euros… o de 1.424 euros, en caso de que quieran tener un lugar prioritario en la lista de espera de la compañía. 

    El pago de la reserva resulta irrisorio en comparación con el precio final del Alef Model A: el importe final ascenderá a unos 285.000 euros. Resuelto el cuánto, el cuándo no termina de estar claro del todo. Un informe de la web especializada en tecnología CNET asegura que las primeras entregas estarán listas para finales de 2025, aunque la propia compañía no ha proporcionado aún una fecha exacta para sus envíos.

    Vuela, pero no muy rápido

    Como suele decirse, no se puede tener todo en esta vida. Y es que el Modelo A ofrece una experiencia única al poder volar en todas las direcciones. Una vez despega en el aire de forma vertical, como un helicóptero, el coche tendría una capacidad para volar durante unos 177 kilómetros. La compañía se refiere a estos momentos como “escenarios de salto”. Esto es, situaciones en las que el usuario salta los obstáculos cuando sea necesario, ya sea por el tráfico o por el estado de las carreteras, por ejemplo.

    Aunque cumple con toda la regulación del tráfico, hay una característica que ha llamado la atención por encima de todas. Y es que estará catalogado como un coche de baja velocidad (LSV, por sus siglas en inglés). Desde Alef explican que la razón de esta limitación es que la gente preferirá utilizar su vehículo para volar y no para ir por carretera. 

    Aun así, este coche está más que preparado para poder “conducirse por cualquier carretera, aparcarlo en una plaza de una tamaño estándar e incluso se puede tener en un garaje“, asegura el fabricante de este coche volador.

    Fuente: Diario de Avisos