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    El café y el vaso de agua, ¿conoces la historia?

    Redacción

    Después del agua, el café es la bebida más consumida en el mundo. Muchas personas desayunan antes de ir a trabajar y también toman una taza de café durante el día en las pausas del trabajo. Si lo has notado, normalmente este café se sirve con un vaso de agua por un lado. 

    Los refrescos, los zumos o las bebidas alcohólicas tienen su cuota de consumidores, pero el café es unánime. Se disfruta en todo el mundo, por placer o para aumentar la energía, y se ha convertido en algo casi indispensable en la vida diaria de muchos aficionados: 8 de cada 10 personas dicen que les gusta beber una taza de café durante el día. 

    Teniendo en cuenta el consumo medio, son las cápsulas las preferidas ya que el 67% de los aficionados al café las utilizan frente al 53% del café molido. 

    Aunque muchas personas prefieren tomar café a lo largo del día, el mejor momento para disfrutarlo es el desayuno. De hecho, para una gran mayoría, es imposible empezar el día sin haber tomado una deliciosa taza de café.  Por término medio, el 62% dice que lo disfruta con pan, mantequilla, mermelada, leche o solo. 

    Cómo debe servirse el café

    Cuando se bebe fuera de casa, en cafeterías y similares, la mayoría de las veces se acompaña del famoso vaso de agua. ¿Sabes por qué? 

    En realidad, el vaso de agua es esencial para disfrutar de una buena taza de café. Aquí está todo lo que necesitas saber sobre la verdadera forma de tomar el café correctamente.

    El café es un poco como el vino, para disfrutar de un buen café y aprovechar sus aromas, ¡hay un truco que no conoces! Sí, lo hay. Mucha gente se pregunta por qué se toma este vaso de agua con el café. Pocos conocen la verdadera razón de este hábito y muchos cometen el terrible error de beber agua después del café pensando que así se eliminará el sabor amargo del café y se refrescará un poco. 

    En realidad es necesario beber el vaso de agua antes de tu espresso. ¿Por qué? Para rehidratar y enjuagar la boca, lo que reducirá el amargor del café. Para ello es necesario tener la lengua limpia, un vaso de agua de antemano limpia las papilas gustativas.

    Así podrás redescubrir la fuerza, el equilibrio, las notas afrutadas o incluso las amargas de tu taza de café. Al igual que el vino, la cata puede “intoxicar”, bloqueando ciertas sensaciones y, como el café es sagrado, ¡este sencillo y eficaz consejo cambiará seguro tu vida cotidiana cafetera!

    Esta tradición viene de Italia, donde es imprescindible disfrutar y sentir todos los aromas y sabores del café. Así que es lógico que tengan este hábito.

    Fuente: Rebañando