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    Bimani triunfa con sus prendas sostenibles para “no planchar”

    Laura Corsini es la artífice de esta firma española que promueve una producción ética, sencilla, cómoda, atemporal y cuyos tejidos no se arrugan

    Redacción

    Ropa que no necesita plancha es el sueño de todo amante de la moda y la comodidad. Y una firma española, liderada por Laura Corsini, ha convertido este sueño en realidad bajo el nombre de Bimani.

    Bimani, antes llamado biombo 13, surgió de manera improvisada y sin financiación en el verano del 2012. Laira tenía 22 años, acababa de terminar Administración y Dirección de Empresas en ICADE y empezaba Diseño de Moda en Marangoni, París.

    “Recuerdo lo poco claro que tenía cuál sería mi camino tras enamorarme del loco Mundo de la Moda en mis primeras prácticas en Ágatha Ruiz de la Prada”, explica la diseñadora en su página web.

    Sin intención de crear una marca y desesperada por encontrar prendas sencillas, decidí diseñar una blusa básica junto a una modista. En ese momento di con un tejido maravilloso que, sin saberlo, cambiaría mi vida. Poco a poco mi entorno empezó a querer mis blusas, eran prendas cómodas, atemporales y llamaba la atención que el tejido no se arrugaba en absoluto.

    ¡Por fin blusas que no tuviésemos que planchar!

    Laura Corsini.

    “Sin darme cuenta, mi hobby se convirtió en mi trabajo, del salón de casa pasamos a un pequeño showroom, pronto profesionalizamos nuestra confección apostando por talleres y proveedores españoles, nos centramos principalmente en la venta Online y participamos en los primeros, y tan exitosos, Pop-Ups madrileños”, dice Laura Corsini.

    Seda y Voilà

    Si hay un hecho que marcó los inicios de Bimani fue el viaje que realizó a Shangai nada más terminar sus estudios. Allí se paseó por el mercado de la seda y voilà, se cruzó con el tejido que le ha llevado a levantar la empresa actual. Allí, rebuscando entre el montón, encontró medio sepultada una tela que, a diferencia del resto, no se arrugaba. La mujer que los vendía le propuso, con inglés justito: “You and me business”, explica la diseñadora en una entrevista para Yo Dona.

    Medio recelosa medio encandilada, pidió a la misteriosa señora que le confeccionara un par de camisas y pantalones. Se los llevó a Madrid, en un viaje que duró casi 24 horas, deshizo la maleta junto a su madre y… “¡magia!”, como dice ella. Ahí estaban intactas las prendas. A partir de ahí encarga a la mujer de inglés justito 27 camisas de diferentes tallas y colores, que vende rápidamente aquel verano entre su círculo más íntimo.

    “Decoré las camisas con botones, flecos, encaje, las puse en un burro y un día de lluvia en Comillas, donde veraneo, monté la venta en casa”

    Laura Corsini, diseñadora.

    “Decoré las camisas con botones, flecos, encaje, las puse en un burro y un día de lluvia en Comillas, donde veraneo, monté la venta en casa”, cuenta ahora desde su imponente tienda en Velázquez 43. Por aquel entonces inventó un nombre, Biombo 13, que hacía referencia al biombo que utilizaron en aquella casa para decorar el show room, más el número trece que le acompaña en vida porque nació un martes 13 a las 13:13.

    Fue entonces cuando cogió las maletas para estudiar un máster de moda en París, donde los profesores le ayudaron a enfocar la marca. Con estas nociones y con el consejo de su familia, se puso a confeccionar y a vender camisas por todos los pop art stores (mercadillos efímeros) que surgían en España hasta que, a los tres años, abre su primera oficina-taller en una pequeña calle del centro de Madrid, de apenas 20 metros cuadrados. El tamaño es inversamente proporcional al éxito que empieza a cosechar.

    Twist para prendas reversibles

    El concepto Twist de nuestras prendas reversibles, la practicidad del tejido y la amplia gama de colores atraía a las clientas. Cuando parecía que lo extravagante y llamativo era lo más comercial resultó que lo sencillo también funcionaba, decidimos apostar por “básicos apetecibles”. La firma apuesta por producción española y trabaja mano a mano con talleres de confianza para mejorar, día a día, la calidad de las prendas. 

    La diseñadora de la firma.

    Una moda sencilla, versátil, atemporal y práctica, ofreciendo una amplia variedad cromática y de tallas para llegar a todas las mujeres que se confecciona bajo una producción textil española, sostenible y ética.

    El 2017 fue un año de cambios y crecimiento. Siempre teniendo claro que la identidad de la marca iría muy unida a mi y utilizando las Redes Sociales como herramienta para llegar a nuestras clientas, biombo 13 se transformó en BIMANI. Además, ampliamos nuestra gama de productos y abrimos nuestra tienda insignia o “Flagship store” en la calle Velázquez de Madrid, la tienda con la que siempre soñé, detalla la creadora de la marca.

    Tiendas

    Hoy cuenta con tres grandes tiendas, en Madrid, Barcelona y Valencia. Todas guardan el mismo patrón: hileras de prendas lisas, fluidas, elegantes, y cada temporada verano-invierno renueva la paleta de colores. Solo se verán 13 de ellos en la tienda. Cómo no, el número. Es difícil ver un estampado y el negro es el único maltratado “porque parece una mancha”, matiza.

    Año tras año, BIMANI sigue creciendo conmigo. Actualizamos recientemente nuestra imagen de marca, apostando por un nuevo Bimani más sencillo y maduro que nunca, continuamos lanzando nuevos productos básicos con toque Bimani. Tras la apertura de nuestra tienda en Valencia y Barcelona, nos enfrentamos a un nuevo reto con muchísima ilusión: la apertura de tiendas en otras ciudades españolas.

    Fuentes: Bimani / El Mundo.