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    Crea prótesis para niños impresas en 3D a partir de botellas de champú y acondicionador

    Un empresario australiano ha dedicado mucho tiempo a investigar como se puede reciclar el plástico y convertir la basura en un tesoro

    Redacción

    Un ex peluquero y empresario australiano está creando prótesis para niños hechas a partir de botellas viejas de champú y acondicionador, de plástico recicladas e imprimiendo en 3D el plástico extruido. “Reciclando plástico para dar una solución verdaderamente heroica a niños“, así se define lo que Bernie Cravern hace actualmente con impresión 3D y botellas de plástico recicladas.

    La ecología y la impresión 3D han ido de la mano desde que la tecnología de fabricación aditiva inició, y es porque los métodos utilizados generan una cantidad de residuos mucho más baja que otros medios de producción.

    En Australia, la gente gasta en promedio 130kg de plástico al año. Lo que contamina los ríos y océanos, además de dañar la vida marina. De todo ese plástico utilizado, solo el 12% es reciclado.

    A medida que la batalla contra los desechos de plástico sigue corriendo, Bernie Craven encontró inspiración en su trabajo como peluquero para convertir las botellas de plástico de champú y acondicionador en algo extremadamente útil.

    “Como peluquero durante más de 40 años, sabía la cantidad de residuos que pasaban por las peluquerías, y hay un momento en el que tienes que ser responsable de lo que produces…. Hay gente en todo el mundo que imprime en 3D con un filamento normal, pero no veo a nadie que realmente utilice materiales reciclables para hacerlo”, dice Craven. “Estamos resolviendo un problema y ayudando con otro porque estoy descubriendo que hay mucha gente que necesita prótesis que no puede pagar”.

    EL TRABAJO CONTINUO DE CRAVEN

    Desde hace dos años Bernie se encuentra trabajando en este proyecto que ha denominado “Waste Free Systems”, ha dedicado mucho tiempo a investigar como se puede reciclar el plástico y convertir la basura en un tesoro.

    Fueron Haley Wright, de doce años, y Connor Wyvill, de once, dos niños que también viven en Australia y nacieron sin su mano izquierda, los primeros en ser beneficiados de las geniales creaciones de Bernie. Haley cuenta que gracias a la prótesis impresa en 3D ha sido capaz de llevar a cabo una gran cantidad de tareas con mayor facilidad, como, por ejemplo: “Saltar, atarme el pelo, ese tipo de cosas.”

    Reciclando plástico para dar una solución verdaderamente heroica a niños

    Todo esto lleva a un cambio de vida con muy poco dinero, ya que para producir las prótesis Bernie trabaja con 38 salones en Queensland, Australia. “Recogemos las botellas de plástico y otros tipos de plástico, los llevamos a nuestro almacén, los clasificamos y luego los trituramos “, explica Bernie. “Lo pasamos por la extrusora y lo convertimos en filamento 3D, para después imprimir en 3D las prótesis”.

    Se necesitan alrededor de 9 horas y 42 metros de plástico para imprimir un prototipo de prótesis, que equivalen entre 15 y 20 botellas de plástico.

    He is working with 38 salons across Queensland (Australia). The plastic bottles are collected and then taken to a warehouse where they are sorted and shredded. It’s then turned into 3D filament in a machine called an extruder, then the prosthetics are printed.

    Fuente: wastefreesystems.com.au y portal-ambiental.com