Redacción
Un ecosistema es un sistema biológico en el que diversas especies interactúan entre sí y con su entorno físico. Consiste en dos componentes esenciales: la biocenosis, que abarca la comunidad de seres vivos que lo conforman, y el biotopo, que es el espacio físico que dicha comunidad ocupa. Las interacciones en un ecosistema hacen que sus propiedades sean más que la simple suma de sus partes, lo que lo convierte en un sistema emergente.
La mayoría de los ecosistemas que conocemos se pueden clasificar en tipos claramente definidos. Por ejemplo, un bosque templado es un tipo de ecosistema que sigue patrones comunes, independientemente de la composición de especies. O un bosque de ribera constituye un tipo de ecosistema diferente. Aunque hemos identificado numerosos tipos de ecosistemas, tanto en tierra como en entornos acuáticos, en la superficie y en las profundidades, la posibilidad de que existan ecosistemas aún desconocidos en áreas inexploradas es una realidad.
Un equipo internacional de investigadores, liderado por la Dra. Monika Bright de la Universidad de Viena, ha descubierto un nuevo tipo de ecosistema en el mismo entorno de respiraderos hidrotermales, pero en un hábitat completamente distinto: en el subsuelo.
A pesar de su simplicidad, este nuevo ecosistema, implica una variedad limitada de seres vivos, como gusanos tubícolas del grupo de los poliquetos, bacterias quimioautótrofas y otros microorganismos adaptados a las condiciones extremas del subsuelo marino. La característica distintiva de este nuevo ecosistema radica en su ubicación bajo el suelo marino, en medio de cavernas y fisuras por las que se dispersa.
A diferencia de los ecosistemas de fuentes hidrotermales, donde las temperaturas alcanzan cientos de grados Celsius, en este nuevo hábitat las temperaturas son sorprendentemente templadas, rondando los 24°C.
A pesar de las similitudes superficiales, este nuevo ecosistema es único debido a su ubicación subterránea y sus condiciones de temperatura moderada, lo que lo distingue de los sistemas en la columna de agua.
El estudio liderado por la Dra. Bright demuestra la capacidad de la vida para adaptarse y prosperar en entornos extremos, incluso aquellos que difieren significativamente de los ecosistemas previamente conocidos.
Fuente: laverdadnoticias
