Redacción
El 21 de mayo de 2022, Tom Turcich y su perra Savannah hacían historia. Este hombre se convertía en la décima persona conocida que lograba dar la vuelta al mundo caminando, pero, además, consiguió que su mascota fuera el primer perro en lograr esa hazaña. Ese día ponían punto y final a un viaje apasionante que ha durado 7 años y en el que han recorrido más de 48.000 kilómetros.
Tom, nacido en el estado norteamericano de Nueva Jersey, reconoce a la CNN que no se esperaba la fiesta que su familia y amigos le había preparado a su llegada: “Fue muy surrealista. Había imaginado cómo sería el final durante mucho tiempo. Y cuando sucedió, había gente en las calles y caminando conmigo. La emoción principal fue solo alivio. Esto había dominado mi vida durante 15 años, y finalmente poder dejarlo atrás fue increíble”.
Porque su historia había comenzado mucho antes de que en 2015 empezara la aventura. En el año 2006, su amiga Ann Marie murió con solo 17 años en un accidente de moto acuática y eso le cambió la vida: “Su muerte fue muy formativo para mí. Ella era una persona mucho mejor que yo. Y me di cuenta de que yo también iba a morir un día y podría suceder en cualquier momento. Así que comencé a reevaluarlo todo”.
Tom Turcich se planteó varios retos y hubo dos personas que le marcaron profundamente: Steve Newman y Karl Bushby. Newman está reconocido por el Libro Guiness de los Récords por ser la primera persona que completó la vuelta al mundo caminando, mientras que Bushby lleva recorriendo el planeta a pie desde 1988, más de tres décadas andando sin parar.
Tom señala que “caminar parecía la mejor manera de entender el mundo y conocer nuevos lugares. No solo quería ir a París y al Machu Picchu, sino que realmente quería entender el mundo y ver cómo vivía la gente día a día”. Así que comenzó a planificar la ruta y a recaudar fondos para su viaje, trabajando en verano mientras estudiaba en la universidad.
La mejor noticia llegó poco antes de su marcha: el dueño de una empresa local supo de la aventura que estaba preparando y decidió financiar su viaje. Era un empresario que conocía a Ann Marie y quería apoyarle, así que el 2 de abril de 2015, poco antes de cumplir 26 años, comenzó su viaje. Solo llevaba un cochecito de bebé en el que cabía lo necesario para caminar, además de un saco de dormir, un portátil, una cámara y una caja de plástico en la que guardaba su comida.
Su objetivo era “llegar a todos los continentes y viajar con la menor cantidad de problemas burocráticos” y estimó su aventura en unos 5 años y medio. Sin embargo, una infección bacteriana primero y la pandemia de covid-19 después hicieran que se retrasara. Entre medias, aventuras inolvidables con experiencias buenas y malas, como ser robado a punta de navaja en Panamá o ser invitado a bodas locales en Turquía o Uzbekistán.
Savannah, la perra que lo ha acompañado, llegó a su vida cuatro meses después de comenzar la aventura, ya que estaba en un refugio de animales de Texas. Se convirtió en su infatigable compañera y le ayudó a vigilar por la noche en caso de problemas. Entre medias, tuvo que volver a casa para recuperarse de su infección, pero pudo hacerlo y regresó con más fuerzas que nunca para completar su sueño.
Fuente: El Confidencial
