Redacción
A la plancha o fritos en la sartén y aderezados con sal gorda, sirviendo de tapa o de guarnición. Como si de una ruleta rusa gastronómica se tratase: los pimientos de Padrón, unos pican y otros ‘non’. No nos creemos que no te hayas preguntado alguna vez a qué se debe que estos ricos tentempiés típicos de Galicia te dejen o no su recuerdo durante unos minutos en tu lengua, así que procedemos a explicar por qué pasa esto y, sobre todo, si hay alguna manera de anticiparnos a esta ‘ardiente’ sorpresa culinaria.
Dato: en realidad, los pimientos amparados por la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) son los procedentes de Herbón, en el municipio de Padrón (La Coruña, Galicia).
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En primer lugar, estos pequeños pimientos son los frutos de las plantas del género Capsicum. Lo que distingue a los picantes de los que no lo son es una sustancia, la capsaicina, y otros compuestos químicamente parecidos, los capsaicinoides. “Su cantidad depende de la genética y de otros factores”, señala en Twitter el tecnólogo de los alimentos Miguel Ángel Lurueña.
De hecho, además de su tamaño y olor, incluso el mes en el que crecen puede afectar a su sabor. Por ejemplo, en junio suelen picar menos que en agosto, ya que tanto la falta de agua como el sol afectan a la producción y cantidad de capsaicina del pimiento. Es decir, a menor cantidad de agua y mayor de sol, condiciones más típicas en el mes de agosto, más probabilidades de que te toque un ejemplar picante.
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En un mismo cultivo, puede que haya pimientos que hayan estado más expuestos al sol, otros que a la sombra, a los que les haya llegado más riego y a los que menos… De ahí que la cantidad de esta sustancia sea diferente en unos y otros y, por lo tanto, que unos piquen y otros no.
Probar la puntita para evitar el sobresalto
Si hablamos de picante (y no del mismo, sino de diferentes grados), nos volvemos precavidos. Vale que nos guste esta sensación, -que no sabor, ya que activa los receptores del dolor de nuestra boca-, pero que no nos pille por sorpresa. ¿O nunca has mordido primero la puntita del pimiento para saber si era o no de los picantes?
Gran truco: aunque es en las pepitas de su interior donde más capsaicina se acumula, si la punta pica, ojo con lo que viene detrás.
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Como recoge en 20 minutos el divulgador Alfred López, ‘El listo que todo lo sabe’, “según los expertos, [otro truco] para saber distinguir cuál es el pimiento que pica, es fijarse (antes de que hayan sido cocinados) en los más puntiagudos y de color mate”.
Refresca, humedece, hidrata… pero no va hacer que la sensación de picor desaparezca antes. La capsaicina no se disuelve en agua, por lo que no la va a eliminar de tu boca. Hará que el cuerpo del pimiento pase con más facilidad por tu garganta, pero para de contar.
Fuente: Maldita.es