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    Los humanos tienen un sexto sentido que la ciencia no puede explicar

    El descubrimiento, gracias a la realidad virtual, sugiere que tanto la percepción como las sensaciones corporales no se basan solo en la visión

    Redacción

    Investigadores de la Universidad Ruhr de Bochum, en Alemania, han descubierto una nueva forma de percepción humana gracias a la realidad virtual. El equipo ha demostrado que cuando tocamos partes del cuerpo dentro un entorno virtual podemos llegar a percibir una sensación a pesar de que el contacto no exista en el mundo real. Este descubrimiento sugiere que tanto la percepción como las sensaciones corporales no se basan solo en la visión, sino que en ellas intervienen muchos más factores que todavía desconocemos.

    Hace tiempo que algunos usuarios de experiencias de realidad virtual afirman sentir ‘phantom touch’ (tacto fantásma), la sensación de experimentar el tacto de una persona sin que haya habido contacto real. Algunos de ellos lo describen como hormgueos agradables y hasta sensuales, mientras que otros aseguran que puede llegar a ser doloroso si se están jugando a juegos donde hay golpes o disparos.

    Este efecto es tan habitual que hay incluso tutoriales en Youtube que aseguran enseñar a entrenar tu cerebro para lograrlo. Ahora, un equipo de investigadores ha publicado un estudio en el Scientific Reports, de la revista Nature, donde demuestran que este fenómeno no se debe a la imaginación de los jugadores, sino que es completamente real.

    “Las personas en realidad virtual a veces tienen la sensación de que están tocando cosas, aunque en realidad sólo se encuentran con objetos virtuales”, afirma el autor principal del estudio Artur Pilacinski, de la Clínica Universitaria de la Universidad del Ruhr de Bochum.

    El experimento

    En este estudio han participado 36 voluntarios. Todos ellos llevaban gafas de realidad virtual y lo primero que se les pidió es que se tomaran su tiempo para acostumbrarse al entorno virtual, moviéndose y tocando los objetos que se les presentaban delante.

    Una vez acostumbrados al entorno, los investigadores les pidieron que se tocaran la mano virtual con un bastón también virtual. El equipo iba preguntando a los participantes por sus sensaciones. Si no sentían nada continuaban con la actividad, pero si habían percibido algo tenían que describir sus sensaciones y valorar la intensidad del tacto en distintos lugares de la mano.

    “Se descartó que la sensación estuviera causada por el calor, el flujo de aire u otra sensación física provocada por la mano en movimiento”, asegura el equipo en su estudio. Repitieron el proceso varias veces y en ambas manos. La mayoría de los participantes calificaron sus sensaciones como de hormigueo, pinchazos, de sentir electricidad estática o “como si el viento pasara por la mano”.

    Tacto fantasma incluso sin ver

    Los investigadores repitieron el experimento con otro grupo, pero esta vez lo hicieron de tal manera que los participantes no tenían contacto visual con los objetos virtuales.

    El equipo observó que la el tacto fantasma también se produce cuando los sujetos tocan partes de su cuerpo que no son visibles en la realidad virtual. Pero cuando usaron un pequeño puntero láser en lugar del bastón virtual, el resultado fue que los participantes no sintieron el tacto fantasma.

    “Esto sugiere que la percepción humana y la sensación corporal no se basan sólo en la visión, sino en una compleja combinación de muchas percepciones sensoriales y la representación interna de nuestro cuerpo”, asegura Marita Metzler, otra de las autoras principales del estudio.

    Realidad virtual para la investigación

    El equipo asegura que este descubrimiento abre nuevas posibilidades de investigación sobre la percepción humana y que también podría aplicarse en campos como la realidad virtual y la medicina.

    “Podría incluso ayudar a profundizar en el conocimiento de enfermedades y trastornos neurológicos que afectan a la percepción del propio cuerpo”, asegura Christian Klaes, miembro del Departamento de Investigación en Neurociencia de la Universidad del Ruhr.

    Tras estos resultados, los investigadores alemanas van a trabajar en colaboración con científicos de la Universidad de Sussex, en el Reino Unido, para seguir investigando en lo que ellos llaman la “ilusión del tacto fantasma” y los procesos neuronales que lo desencadenan.

    “Es importante distinguir primero entre las sensaciones reales del tacto fantasma y otros procesos cognitivos que pueden estar implicados en la notificación de tales sensaciones corporales, como la sugestión o las exigencias de la situación experimental”, afirma Pilacinski.

    Fuente: El Confidencial