Tras 24 años plantando unos 11 000 árboles, este hombre de 68 años ha logrado evitar la sequía severa que sufría la zona donde vive en Indonesia.
Redacción
Aunque al principio lo trataron de loco, con el paso de los años los habitantes de Geneng, un pueblo ubicado en la isla de Java (Indonesia), han tenido que dar la razón a Sadiman cuando decía que plantar árboles frenaría la sequía de la zona. Ahora lo consideran un héroe y hasta el gobierno local le dio 100 millones de rupias (6.300 euros o 7.000 dólares) por “inspirar a la gente” y realizar su tarea “sin recibir ningún pago ni esperar nada a cambio”.
No es para menos. Sadiman logró salvar a su pueblo de la sequía plantando unos 11 000 árboles durante 24 años en un área de 250 hectáreas. Si pudo costear este encomiable proyecto fue gracias a lo que ganaba cultivando clavo. Con parte de ese dinero compró banianos (un tipo de ficus considerado sagrado en Java) y otras especies, y ahora la zona vuelve a tener riachuelos que garantizan el suministro de agua a las personas que viven allí, algo más de 340 familias.
Los árboles retienen el agua de lluvia y esta se queda entre las raíces, filtrándose poco a poco hasta los acuíferos subterráneos. Además, el bosque sirve también para que la tierra quede bien sujeta e impedir desprendimientos de tierras cuando hay lluvias torrenciales.
La zona donde se asienta Geneng fue sometida hace años a talas e incendios para conseguir tierra que cultivar. Esto provocó que el río Gendol se secara y que la gente que vive allí empezara a sufrir los estragos de la falta de agua.
Esta situación hizo que Sadiman comenzar a comprar semillas de banianos y otros ficus, unos árboles que retienen el agua y que creen bien en esta zona de la isla de Java, para plantarlos. También llegó a intercambiar sus cabras por semillas.
Ahora, los habitantes de su pueblo no solo disfrutan de manantiales de agua, sino de aire limpio, una temperatura más fresca y varias cosechas al año.
Fuentes: El mundo, Efeverde, Reuters.
