Redacción
Las flores aportan vida, paz, y elegancia a cualquier mesa de verano. No hay mejor ocasión que las largas tardes estivales para reunirse con la familia o los amigos y disfrutar alrededor de una mesa de una buena comida y charla, pero si además la decoramos con bonitas flores, el toque será de frescor absoluto.
Una opción es presentar las mesas de verano con jarrones con diferentes alturas. Dan más juego a la mesa, y en el caso de que sea bastante alargada, podemos incluir hasta varios juegos. Eso sí, es importante que respete las alturas de los centros, y estos no entorpezcan la conversación entre los invitados. Si se trata de un encuentro íntimo opta por flores románticas como las rosas sweet avalanche, crisantemos en color malva, frutos rojos de falsa pimienta y amarantos.
Ahora se llevan las flores minimalistas, y llenas de mucho color, como las amapolas o las peonías. Viste la mesa con estas flores, y agrega una de las tendencias en accesorios que triunfa en decoración: las piezas con aspecto envejecido.
Las lluvias también son perfectas para adornar el centro de mesa. Utilízalas para decorar tu mesa en pequeños jarrones o bols con agua. Una idea: elígelas de colores que armonicen con la vajilla.
Las mesas de verano tienen un sabor a mar particular. Las terrazas y los comedores al aire libre se visten de colores blancos, azules o de fibra natural. Instala esa jarrones en tonos azules que acompañe tus flores favoritas como eucaliptos o mimosas.
Si se trata de una mesa amplia, necesitarás flores de gran tamaño. La hortensia tiene esto, que allá donde la pongas, destaca. Sus grandes grupos de flores son vistosos y quedan bien en ambientes de todos los estilos.
Un jarrón con lavandas perfumará tu casa por mucho tiempo. Y Un ramo de ranúnculos y tulipanes puede ser tan colorista como desees porque encontrarás estas flores en cualquier tono que puedas imaginar.
DURARÁN MÁS SI…
- Las alimentas: echando en el agua del jarrón dos cucharadas de vinagre de manzana y dos de azúcar.
- Les das de beber: cortando los tallos en diagonal –en un ángulo de 45º– para que absorban mejor el agua.
- Las proteges: del sol directo o de las corrientes de aire, y ponlas en un lugar fresco.
- Les das aire limpio: para ello, debes evitar colocarlas cerca de recipientes con fruta porque emiten gas etileno y este acelera el envejecimiento de las flores.
Fuente: El Mueble
