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    Cómo regar las orquídeas

    Redacción

    Las orquídeas u orquidáceas son una familia de plantas monocotiledóneas que se distinguen por la complejidad de sus flores. Son un tipo de planta muy bonita, preciosa por su flor, y perfecta para tener en casa, pero, sin embargo, muchas personas afirman que son especialmente difíciles de cuidar.

    Así, quien ha tenido orquídeas en casa lo sabe bien: pese a lo bonitas que quedan en nuestro hogar, es difícil que sobrevivan por mucho tiempo, y regarlas con la técnica adecuada es clave para evitar que se marchiten en dos semanas.

    Recuerda que, si tienes orquídeas o tienes pensado plantarlas y no quieres que se marchiten en cuestión de días, es importante que les dediques tiempo y cariño, que las cuides, que las riegues bien que trates de igualar su hábitat natural.

    Tal y como explican desde la American Orchid Society, las orquídeas, al igual que muchas plantas de hogar, necesitan un equilibrio de luz, aire, agua y fertilizantes para crecer y florecer adecuadamente.

    De este modo, regarlas de forma inadecuada es una de las principales causas por las que las orquídeas terminan muriéndose en pocos días. En ese caso, la manera en que las regamos es clave para que se mantengan firmes y coloridas.

    Concretamente los expertos señalan que el riego adecuado en orquídeas consta de dos componentes separados: cantidad y frecuencia, pues deben regarse justamente cuando el sustrato está completamente seco. Además, para evitar que se pudran las raíces, es conveniente seguir algunos trucos efectivos.

    Realmente no existe una fórmula mágica y perfecta para regar todas las orquídeas del mundo, aunque seguir algunos consejos es clave para evitar que se pudran sus raíces y que sobrevivan.

    Lo cierto es que, en algunas ocasiones, vemos que la superficie del sustrato está seca, pero, sin embargo, por dentro está húmeda, por lo que la terminamos marchitando por exceso de riego.

    En primer lugar, para saber cuándo es el momento en que nuestra orquídea necesita agua, se puede insertar una estaca de madera sobre la tierra, y, si al sacarla está seca, entonces es que sí que la necesita y no la dañaremos.

    Otra manera de comprobarlo es fijándonos en el velamen, que es una membrana delgada como de papel de seda que rodea las raíces de la orquídea. Cuando el velamen está seco es blanco o plateado y cuando está recién regado es verde o moteado.

    Asimismo, el tipo de maceta que utilicemos también será clave para regar la orquídea, ya que, dependiendo de nuestro clima, necesitaremos unas u otras. Por lo general, para zonas húmedas o lluviosas, las macetas de barro son una buena opción, pero para climas más secos o quienes tienden a no regar con suficiente frecuencia, las de plástico son mejores para mantener la humedad por más tiempo.

    Al regar las orquídeas, los expertos recuerdan que debe hacerse con abundante agua. En ese caso, es conveniente regarlas cada dos o tres días si hace mucho calor y una vez a la semana si el clima es húmedo y lluvioso.

    Fuente: Mundo Deportivo