Sign Up To The Newsletter

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetuer adipiscing elit, sed diam nonummy nibh euismod tincidunt ut laoreet

    El impacto que tienen los abrazos y las caricias en la salud mental

    La cantidad está relacionada con una mayor sensación de felicidad y bienestar

    Redacción

    El poder reconfortante de un abrazo, la suavidad de una caricia, el simple roce de una mano extendida: gestos aparentemente simples que pueden tener un impacto en nuestra salud mental.

    Una investigación científica exploró el papel fundamental que el contacto físico desempeña en nuestras vidas. La investigación llevada a cabo por el Social Brain Lab del Instituto Holandés de Neurociencia y el Hospital Universitario de Essen ofrece una perspectiva reveladora.

    A través de un análisis de más de 130 estudios internacionales con alrededor de 10.000 participantes, se demostró que los abrazos y las caricias tiene la capacidad de aliviar el dolor, la depresión y la ansiedad.

    Los hallazgos indican que la frecuencia del contacto es un factor vital, destacando que el efecto beneficioso se ve potenciado por el contacto piel con piel.

    Asimismo, también revela que el tacto administrado por objetos como robots sociales, mantas pesadas y almohadas corporales puede generar efectos terapéuticos similares.

    Abrazo en familia. Foto: EKATERINA SHAKHAROVA

    El doctor Julian Packheiser, del Instituto de Neurociencia Cognitiva de la Universidad del Ruhr en Bochum, destaca la importancia del tacto como intervención sanitaria, aunque reconoce que aún queda por determinar cómo utilizarlo de manera óptima y cuáles son los factores que influyen en sus efectos:

    En el caso de los bebés, se ha observado que el tacto de los padres es especialmente eficaz, superando incluso al tacto de un profesional sanitario, según lo señala la doctora Helena Hartmann de la Universidad de Duisburg-Essen.

    Sin embargo, en adultos, no se encontraron diferencias significativas entre el tacto de personas conocidas y el de profesionales de enfermería.

    Además de su impacto en la salud mental, el tacto también demostró tener efectos positivos en factores cardiovasculares como la presión arterial y la frecuencia cardíaca, aunque estos efectos son menos pronunciados en comparación con su influencia en el bienestar emocional.

    Foto: PAVELl DANILYUK

    Tras un minucioso metanálisis, el equipo de investigación logró resolver diversos interrogantes relacionadas con el impacto del tacto en la salud mental y emocional.

    Entre los hallazgos más significativos se encuentra la revelación de que la duración del contacto no necesariamente influye de manera determinante en los resultados. 

    “No es cierto que cuanto más tiempo se toque, mejor”, resume Julian Packheiser. Un contacto breve, pero frecuente, demostró ser más efectivo.

    Fuente: cronist