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    Comida de insectos para gatos

    Redacción

    En los últimos años, el alimento elaborado a base de insectos se está convirtiendo en una opción más para el menú de nuestros gatos. La comida de insectos supone una alternativa completa y aporta una proteína novedosa, lo que puede resultar especialmente interesante en los casos de gatos con problemas con alergias. Además, la comida hecha con insectos y ofrece importantes ventajas a nivel medioambiental. Una alternativa que interesará a todos aquellos amantes de los gatos que buscan su bienestar y también están preocupados por el cuidado del planeta.

    En nuestra cultura comer insectos resulta extraño, por eso todavía son pocos los cuidadores conscientes de que la proteína procedente de insectos es una alternativa válida para sus gatos. Lo cierto es que, en la naturaleza, los gatos cazan, sobre todo, pequeñas presas como aves o roedores, pero también pueden comer lagartijas o incluso insectos, cuya proteína resulta muy nutritiva. De hecho, no es extraño ver en casa cómo nuestro gato caza una mosca o cualquier otro insecto y no le hace ascos a la hora de comérselo.

    No hay que olvidar que los gatos son animales carnívoros, lo que quiere decir que la base de su dieta tiene que ser la proteína de origen animal. Esto incluye los insectos, por eso no es descabellado ofrecerles un alimento elaborado con ellos. Pero no vale que le demos cualquier insecto que encontremos por la calle. La comida a base de insectos se prepara escogiendo aquellas especies más interesantes para el gato en función de sus propiedades nutricionales, asegurándose de añadir todos los nutrientes necesarios, y aminoácidos, como la taurina, tan esencial para la vista y el corazón de los gatos.

    Además, estos insectos se crían de forma natural y sostenible, aprovechando alimentos no aptos para consumo humano que de otra manera serán desechados, como por ejemplo verduras, frutas y cereales que no tienen una estética ideal para acabar en supermercados, pero aún así se encuentran en buen estado. Esto ahorra recursos. Luego, las larvas se secan y se muelen hasta obtener una harina que se mezcla con los demás ingredientes para asegurar la calidad del producto final. No son insectos que puedan transmitirle ninguna enfermedad a tu gato y ¡no temas por encontrarte un insecto entero dentro del envase.

    Tipos de insectos

    Algunas comidas de insectos preparadas para gatos no especifican con qué especies están elaboradas exactamente. Es importante leer el etiquetado e informarse de este dato, ya que hay insectos con más cualidades nutricionales para los gatos que otros. Por ejemplo, la mosca soldado negra cuenta con numerosos beneficios frente a otros insectos.

    En concreto, las larvas enteras de Hermetia illucens, que así es como se llama, son consideradas superalimentos y contienen una gran cantidad de proteínas y de aminoácidos de interés, además de otros nutrientes de gran importancia como el hierro o el calcio. A la vez, son bajas en hidratos de carbono y fáciles de digerir.

    Otras especies que pueden ser aptas para el consumo de los gatos son los grillos, las larvas del gusano de la harina o las cucarachas. Es un campo que todavía se encuentra en investigación y probablemente asistamos a su crecimiento en los próximos años.

    ¿Cómo dar a un gato comida de insectos?

    El pienso hecho con insectos supone un alimento completo que podemos ofrecer a nuestro gato adulto o junior a diario. Eso sí, como siempre que introducimos cualquier novedad en la vida de nuestro felino, el cambio tiene que hacerse poco a poco para asegurarnos de que se produce una adaptación paulatina a la nueva comida y de que no le provocamos un trastorno digestivo al darle una dieta diferente de forma brusca.

    Por otra parte, la comida de insectos suele resultar tan sabrosa como cualquier otra, lo que favorece su aceptación por los gatos y es fácil de digerir. Puede ser una alternativa para gatos que han tenido problemas con las proteínas de origen animal tradicionales o con alergias a cereales. El mijo es un cereal milenario sin gluten que es más bajo en carbohidratos y más alto en proteínas y fibra que otros cereales comúnmente usados en alimentos para mascotas, como el trigo o el maíz. El mijo tiene un índice glucémico bajo, por lo que ayuda a estabilizar el nivel de azúcar en sangre de tu gato y hace que se sienta satisfecho por más tiempo. Los piensos a base de insectos suelen contener este cereal menos perjudicial para los gatos que el trigo, el maíz o el arroz. Pero siempre es el veterinario quien debe prescribir la dieta más adecuada en caso de patologías.

    La huella ecológica

    Además de los beneficios que la proteína procedente de insectos puede tener para nuestro gato, cabe destacar su huella ecológica. Con este término hacemos referencia al impacto que tiene la producción, en este caso de un alimento, para el planeta.

    Los gastos de agua y las emisiones de dióxido de carbono procedentes de la elaboración del pienso con insectos son muy inferiores a los correspondientes a la producción de un alimento preparado a base de carne de ganado. Además, hay que contar el gasto en recursos, incluyendo tierra y agua que supone la fabricación de la comida que a su vez consumen estos animales. Por lo tanto, la producción de comida hecha de insectos tiene un impacto ecológico bajo en comparación con la fabricación de dietas a base de proteínas tradicionales.

    Además, la producción de alimento a base de larvas de Hermetia illucens no deja desperdicios, ya que se aprovecha la totalidad del insecto. Es lo contrario de lo que ocurre con la carne procedente de ternera o de pollo, ya que un considerable porcentaje de estos animales no es comestible. El resultado es que se desecha y termina en vertederos donde origina gases de efecto invernadero. En resumen, con la proteína procedente de insectos se ahorran recursos naturales y se ofrece una alternativa de consumo sostenible y limpia.

    Fuente: Experto Animal