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    El método de las abejas para detectar el cáncer de pulmón

    Redacción

    Científicos de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, han descubierto un nuevo método para detectar cáncer de pulmón. Han investigado cómo las abejas pueden detectar sustancias químicas asociadas con esta enfermedad en el aliento humano, tal y como informa Notícias ao Minuto.

    El estudio, que se ha publicado en la revista Biosensors and Bioelectronics, muestra una tasa de éxito en la detección de este tipo de cáncer del 82%. Para ello, pusieron en marcha pruebas con mezclas de aliento en veinte abejas. “El sistema olfativo de las abejas puede utilizarse como un sensor biológico de gas sensible para detectar el cáncer de pulmón en humanos”, cuenta Debajit Saha, uno de los autores de la investigación.

    Estos pequeños insectos fueron capaces de distinguir entre el aliento sintético canceroso y el aliento saludable. “Las abejas detectaron concentraciones muy pequeñas. Fue un resultado muy contundente. Pudieron diferenciar pequeños cambios en las concentraciones químicas de la mezcla respiratoria”, explica Saha.

    Los investigadores valoran muy positivamente este hallazgo, puesto que la detección temprana del cáncer de pulmón puede reducir el riesgo de muerte en un 20%. “Las implicaciones futuras son enormes ya que nuestro sensor podría permitir a los pacientes recibir rápidamente diagnósticos de cáncer específicos, lo cual es fundamental para el tratamiento”.

    Síntomas

    Tal y como especifica la American Cancer Society en su página web, la mayoría de los cánceres de pulmón comienzan a dar síntomas cuando ya se han propagado. No obstante, hay algunos casos en los que se presentan en etapas más tempranas, y es crucial detectarlo en esta fase.

    Los síntomas más comunes del cáncer de pulmón son: tos con sangre o esputo de color de metal oxidado, tos que no desaparece o va empeorando, dolor en el pecho que va a peor al respirar profundo, ronquera, pérdida de apetito, pérdida de peso inexplicable, dificultad para respirar, cansancio o debilidad, bronquitis o neumonía que no desaparecen, o silbido de pecho. No obstante, es probable que la mayoría de personas que los tengan no estén sufriendo esta enfermedad, así que lo más recomendable es consultar con un médico.

    Además, si este tipo de cáncer se extiende por otras partes del cuerpo, puede provocar: dolor en los huesos, alteraciones del sistema nervioso, coloración amarillenta de la piel y los ojos, e hinchazón de los ganglios linfáticos.

    Fuente: HuffPost