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    Yara Barros, una firme defensora del jaguar, gana el Premio Whitley

    Su proyecto ‘Onças do Iguaçú’ ha comenzado a recuperar la población de estos felinos

    Redacción

    En el caso de Yara Barros, su lucha por los jaguares la ha llevado a hacerse con el galardón británico de este año. Ella explica que, cuando estuvo por primera vez cara a cara con un jaguar, decidió «hacer lo imposible para garantizar que aquellos ojos dorados continuaran brillando en el bosque».

    Ella cree que para que la preservación y protección de este increíble felino sea eficaz, debe haber un cambio en la mentalidad de la gente, que le tiene auténtico terror al jaguar y por ello lo suelen matar, acosar y perseguir.

    La brasileña Yara Barros, ganadora del premio Whitley por su trabajo en favor de los jaguares de la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay, dijo que la clave para preservar a esos grandes felinos es «transformar el miedo en fascinación».

    Hace casi una década dirige un proyecto en la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, que ha comenzado a recuperar la población de los jaguares, también conocidos como ‘onças’ o yaguaretés.

    Barros explica que en esa zona fronteriza, que abarca unas 600.000 hectáreas e incluye el Parque Nacional de Iguazú y sus majestuosas cataratas, hace diez años había una decena de jaguares, pese a que esa región fue desde siempre su hábitat natural. «Hoy se calcula que son 25 del lado brasileño y 94 en Argentina», y aunque faltan datos precisos sobre Paraguay se sabe que también ha aumentado la población de felinos, indicó.

    EDUCAR ANTES DE PRESERVAR

    Para impedir esos episodios, el POI (Project Onças do Iguaçu) mantiene programas de apoyo a los productores y promueve prácticas que ayudan a la preservación de los felinos, sobre los que mantiene una vigilancia permanente mediante dispositivos electrónicos insertados en collares que les son colocados durante capturas momentáneas.

    Barros confiesa que el momento de la captura, cuando el jaguar es ubicado y se le aplica un somnífero para estudiarlo y colocarle el collar, «siempre da un poco de miedo», pues «se está provocando al animal» y este reacciona.

    Pero junto con el miedo llega la «fascinación» que siente cuando examina a esos felinos. «Los toco con una absoluta reverencia, es un animal majestuoso», asegura.

    La clave es transformar el miedo en fascinación

    YARA BARROS

    Barros admite que algunos niños la ven como una suerte de heroína y piensan que está «siempre vestida de ‘Indiana Jones’, en medio de las onças». Pero el trabajo del POI va más allá de la selva y tiene flancos sociales que también promueven la preservación.

    Como ejemplo, el proyecto ‘Crocheteiras da Onça’, que forma artesanas que crean jaguares de ganchillo vendidos en hoteles y comercios, lo cual genera ingresos para las familias rurales y ayuda a «transformar el miedo en fascinación».

    Barros fue una de las cinco personas galardonada este año con el llamado «Óscar verde», otorgado por el Fondo Whitley para la Naturaleza (WFN) y en su caso por los treinta años que ha dedicado a la protección de especies en peligro de extinción en diversos biomas brasileños.

    Fuente: bbc.comecoticias.com y whitleyaward.org