Una exposición retrospectiva, entre otras celebraciones, homenajea en Italia las nueve décadas del diseñador más famoso e icónico del mundo de la moda que creó hasta su propio color
Redacción
Valentino Garavani siempre tuvo claro que se dedicaría a la moda. Ya en desde su infancia, en una pequeña localidad cerca de Milán, se fijaba en los vestidos que llevaban las actrices. Su elegancia se convirtió en uno de los sellos más reconocibles de su firma, Valentino, creada en 1960 junto a su socio Giancarlo Giametti. El pasado 11 de mayo celebró su 90º cumpleaños y todo el mundo le conoce como el último emperador de la moda.
Un imperio que nació en la época de la Dolce Vita romana, con un incesante ir y venir de estrellas de cine por la ciudad, convertida en el mejor plató de cine. Elizabeth Taylor o Sophia Loren ayudaron a alimentar su fama. Valentino aprovechó este tirón para darse a conocer a nivel internacional, celebró desfiles en Nueva York y, definitivamente se posicionó como el diseñador del momento cuando Jacquie Kennedy llevó un vestido suyo para su boda con Aristóteles Onassis. Tras ella han llegado muchas más novias y entre su lista de clientas célebres figuran desde Máxima de Holanda hasta Anne Hathaway.
En 2008 anunció su retirada y dejó su firma en manos de Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli, quien dirige en solitario los diseños desde que Chiuri se marchara a Dior. Ahora, la enseña ha preparado varias celebraciones para homenajear a su alma máter. Entre ellas, una exposición que se celebrará en el Teatro Sociale de Voghera, su ciudad natal, y que recogerá las creaciones que Valentino ha realizado desde los años 60 hasta los años 2000. En el escenario una selección de vestidos rojos, el signo más potente, reconocible y reconocido, el color que tomado el nombre de su creador. Igualmente, para la ocasión la marca realizará una sudadera en edición limitada con una conocidísima frase suya sobre la belleza.
Valentino Garavani abrió su primer estudio en 1959 en el corazón de Roma, en Via dei Condotti, donde las boutiques de lujo tienen sus sucursales y porteros disfrazados vigilan las entradas. Junto con su empresa y, en ocasiones, con su compañero de vida Giancarlo Giammetti, llevó la marca a la fama mundial. Para el amante de los perros, el enfoque siempre ha sido “la bellezza”, es decir, crear belleza.
Nacido en 1932 en la pequeña ciudad piamontesa de Voghera, al sur de Milán, Valentino ha vestido a innumerables mujeres famosas del mundo del cine, la televisión y la política durante su carrera.
¿El secreto del éxito de Valentino? “Sé lo que quieren las mujeres: quieren ser hermosas”. Le gustaba hacer a las mujeres femeninas y glamorosas. Valentino también otorga gran importancia a los cortes ajustados que resaltan la silueta femenina sin ser demasiado intrusivos. La diseñadora también ha conseguido la dosis perfecta de erotismo utilizando tejidos fluidos que acarician suavemente la figura.
Fuentes: Vanity Fair/ Valentino
