Golden Sweet Spirit, con cultivos en Machachi, perteneciente al cantón Mejía de Ecuador, empezó su camino hacia esta certificación ambiental hace cinco años
Redacción
Toda actividad humana genera una huella de carbono, es decir, deja un impacto ambiental.
Personas, servicios, industrias emiten gases como el dióxido de carbono (CO2) o el óxido nitroso (N2O), cuya presencia en la atmósfera contribuye al efecto invernadero, que lleva al incremento de la temperatura en la Tierra y con ello una cadena de consecuencias que afecta a todos los aspectos de la vida, a corto, mediano y largo plazo.
Ante ello, desde los organismos locales y globales, se anima a tomar medidas para mitigar este impacto y cuidar el planeta. Y este mensaje está presente en el país.
Ser ‘carbono neutral’ significa que el resultado final de una actividad, un proceso o un proyecto tal como la producción de un bien, la provisión de un servicio o su consumo no haya emitido más gases efecto invernadero a la atmósfera que los que hayan podido capturar o remover, describe el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica de Ecuador.
Representantes de esta empresa ecuatoriana resaltan el hito que esta certificación significa y añaden que es solo el comienzo de una estrategia global donde buscan incorporar a más actores de la sociedad.
Exótico por naturaleza, este fruto o baya del bosque (como el arándano, las fresas o las moras) se destaca por su alto contenido nutricional.
La uvilla se da en la región andina de forma silvestre, del norte de Chile a Colombia, en un rango amplio de altitudes y ecosistemas.
Representantes de esta empresa ecuatoriana resaltan el hito que esta certificación significa y añaden que es solo el comienzo de una estrategia global donde buscan incorporar a más actores de la sociedad.
En 100 gramos de uvilla fresca se encuentran 24 miligramos de calcio, 220 miligramos de fósforo y 1.500 miligramos de potasio, además de su aporte de zinc y vitamina C.
Fuente: eluniverso
