Sign Up To The Newsletter

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetuer adipiscing elit, sed diam nonummy nibh euismod tincidunt ut laoreet

    Una ventana un año abierta al altruismo, según La Vanguardia

    Resumen de algunas de las historias de entidades ejemplares publicadas en los últimos doce meses

    La Vanguardia

    Todos solidarios es una ventana, como la calificó el director de La Vanguardia, Jordi Juan, en un artículo del 10 de abril de 2020, la partida de nacimiento de esta subsección, que vino al mundo en pleno confinamiento por el coronavirus. “Aquel 10 de abril abrimos por primera vez esta ventana para elogiar a seis organizaciones que combaten la pobreza y la exclusión social”.

    El objetivo sigue siendo hoy apoyar la labor de voluntarios y entidades altruistas, laicas o religiosas. Desde el 2020 hemos hablado de centenares y centenares de fundaciones, oenegés e instituciones sin ánimo de lucro, “conscientes de su importancia y del momento histórico que atravesamos”, como decía una declaración fundacional que no pierde vigencia. He aquí un resumen de algunas de las historias de estos doce meses.

    El Tercer y el Cuarto Mundo. Beyond Suncare, en Malawi, y la Fundación Pere Tarrés, en Catalunya, son faros del tercer y el cuarto mundo (el de la pobreza enquistada en las llamadas sociedades opulentas ). La primera de estas entidades denuncia la persecución social que sufre la población albina africana; la segunda, que el ocio es un artículo de lujo para niños vulnerables, a los que ayuda con clases extraescolares, campamentos y un sinfín de actividades.

    Un gran mecenazgo. Las heterogéneas asociaciones que desfilan por aquí viven de sus socios, donaciones o patrocinios. Muchas tienen el nexo del mecenazgo de la Fundación La Caixa, que en 25 años ha subvencionado 8.500 entidades sociales de 1.640 municipios que han podido ayudar así a diez millones de personas. Es el caso, entre otros, de un programa del Centro de Higiene Mental Les Corts que promueve salidas al aire libre para adultos con trastornos mentales diagnosticados.

    Un camino, mil vías. El verdadero denominador común de estas organizaciones es la esperanza en un mundo mejor, que fomente la cohesión e inclusión social. El objetivo es único; las vías, infinitas. ¿Ejemplos? La asociación Solidanca forma a personas vulnerables en la instalación de placas fotovoltaicas para facilitar su integración laboral. Y el ambicioso programa Proinfancia, al que se acogen entidades como la Fundación Idea, de Sabadell, ofrece un espacio de ocio para los pequeños, además de ayuda en los trámites burocráticos y la búsqueda de trabajo de sus padres.

    La rebeldía de Montserrat Trueta. La rebeldía, cuando se combina con el amor, es un motor de una potencia inagotable. Cualquier protagonista de Todos solidarios lo sabe. Pero si tuviéramos que elegir a una persona, solo una, sería Montserrat Trueta (1932-2018), que dedicó su vida a la inclusión de las personas con trisomía y otras discapacidades intelectuales. La Fundación Catalana Síndrome de Down, que ha cumplido 40 años, mantiene más vivo que nunca su legado.

    Cuidarse para cuidar. “¿Si no te cuidas tú, cómo vas a cuidar a los demás?”. Esta pregunta impulsó hace seis años la creación de la Escola de Cuidadors, también de la Fundación La Caixa para ayudar y acompañar a personas (ya han pasado 6.500 por sus aulas) que cuidan de familiares con una enfermedad avanzada o en los últimos días de su vida. Otros profesionales que se benefician de un programa hermano, en este caso de la Fundación Galatea, son los sanitarios, que paradójicamente han sido formados para cuidar de los demás, pero no de sí mismos. Esta entidad lleva un cuarto de siglo atendiendo la salud emocional de doctoras, enfermeros, odontólogos…

    TRAGEDIA CORAL

    La dana. No puede haber resumen del año, tenga la perspectiva que tenga, que en este 2024 pueda evitar una palabra: dana. Fue tal el alud de solidaridad que despertó lo ocurrido en Valencia (y también en Castilla-La Mancha y Andalucía) que por primera vez desde el 2020 el espacio semanal reservado para esta ventana no se pudo dedicar a una oenegé o a un grupo en concreto de iniciativas sociales. Fueron tantas las muestras de solidaridad de instituciones (Cruz Roja, Cáritas, Save the Children…) y de empresas y entidades financieras que el primer Todos solidarios que dedicamos a esta tragedia fue como la tragedia misma: coral.

    Niños y niñas, son niños y niñas. Un dato para la reflexión: alrededor de 460 millones de menores y adolescentes viven en zonas de guerra o con crisis prolongadas, como Darfur, Afganistán, Sudán del Sur, Ucrania y Gaza. Otra forma de decirlo es que una quinta parte de los niños y niñas del mundo está en situaciones de emergencia. La oenegé Entreculturas, de la Compañía de Jesús, trabaja en favor de esas víctimas de la locura bélica de los adultos. Un trabajo muy parecido hace la asociación Nuestros Pequeños Hermanos, que trabaja en países de América, rompiendo las cadenas de la pobreza intergeneracional. Una de sus últimas beneficiarias una niña de 12 años (¡de 12!) que ejercía la prostitución en Haití y que ha logrado recuperar su infancia.

    Ventanas y ventanas. Y si Todos solidarios es una ventana, resulta lógico que se ocupe de otras ventanas , como los ojos. Que una joven le diga a su madre que quiere comprarse un vestido es intrascendente. Que lo diga Luli es un portento. Esta chica nació con el síndrome de Rett, una rara enfermedad genética que afecta mayoritariamente a niñas y que altera el desarrollo neuronal. Sin movilidad y sin habla, se comunica a través de un ordenador que lee el movimiento de sus ojos. La Asociación Catalana Síndrome de Rett se ocupa de jóvenes como ella desde hace 30 años. Otra fundación catalana, Punt de vista, financia proyectos de investigación que impulsen la ciencia en materia de visión, como las córneas de colágeno y otras alternativas al trasplante de córneas humanas.

    Ayudar a los demás nos hace sentir bien

    TERESA y JOAN CARLES

    Dolor y esperanza. En estos doce meses hemos hablado de sufrimiento (los equipos de atención psicosocial que ayudan a enfermos terminales y a sus familias), de cáncer (Fundación Contigo, Dakar por la Vida…) de personas mayores y la soledad no deseada (Farmazia Lagunkoia o Farmacia Amigable). Y de la defensa de la alegría infantil (Associació 8.000 Estels, Fundació l’Esperança, Proinfancia). Pero hemos reservado un secreto para el final…

    La sangre es vida. Teresa Orquín, de 64 años, y Joan Carles Bargalló, de 54, forman parte de un selecto club que ha donado más de cien veces sangre plasma o plaquetas en Catalunya. Ambos explicaron en estas páginas que no solo les guía el altruismo, sino también el mejor de los egoísmos. “Ayudar a los demás nos hace sentir bien”.

    Fuente: lavanguardia