Lápices, bolígrafos, delineadores de ojos, cuadernos y hasta calendarios ‘plantables’ nacen con el objetivo de poder reutilizarlos para contribuir a un mundo más ecológico y sostenible
Redacción
Sirven para escribir pero también para proteger nuestro planeta. Los lápices plantables se han convertido en la nueva tendencia ecológica para contribuir a un mundo más sostenible y, además, son un opción divertida al poder cultivar un árbol a partir de un lápiz. ¿Qué cómo se hace? Pues cuando se haya escrito, dibujado o garabateado con él, en vez de desecharlo a la basura se planta y se espera a que brote y se convierta en un abeto.
La idea nació en Estados Unidos, a través de la empresa Sprout, creadora del Plant A Tree, con el objetivo de transmitir el mensaje de que reutilizar es mejor que tirar. “Este pequeño cambio tiene un gran impacto. Al hacer crecer un árbol a partir de un lápiz, le estás dando nueva vida al planeta. Como las plantas más grandes de la tierra, los árboles nos dan oxígeno, almacenan carbono y sostienen la vida. Los árboles son increíbles”, explican sus fundadores en la web.
El lápiz está fabricado con madera cosechada de forma sostenible e incorpora cápsulas de semillas que brotan una vez se planta. Además ofrece cinco lápices de grafito de cada color impresos con citas inspiradoras de árboles, como “Planta un recuerdo, planta un árbol, hazlo hoy para mañana”, citas que nos recuerdan lo especiales que son los árboles y la importancia que tienen para la salud de nuestro planeta.
La empresa eligió específicamente el abeto porque es un árbol fuerte que puede sobrevivir y prosperar en todas las condiciones, germina muy rápido, por lo que no tiene que esperar mucho para que aparezcan los signos de su abeto y puede vivir 100 años o más. Una idea innovadora que ante el éxito en el mercado ha llevado a sus creadores a dar un paso más allá y a presentar el primer delineador de ojos plantable patentado del mundo: el Sprout Eyel iner que se puede plantar después de su uso para convertirse en flores silvestres aptas para las abejas.
Elaborado con ingredientes naturales y sin microplásticos, esta patente de maquillaje contribuye a desarrollar una mentalidad ecológica. Por ello, al plantar un lápiz en lugar de tirarlo se logra que la sostenibilidad sea visible para los demás.
Ideas por un planeta más verde que también han tenido su visibilidad en otras partes del mundo, como España, donde la empresa Bridepalla, con la ayuda de la la Agència Catalana de Residus y gracias a las subvenciones para proyectos de economía circular, ha conseguido diseñar y producir otro lápiz cuya punta se planta.
Sustituir la papelera por una maceta ya es posible y, con esta idea han creado un lápiz hecho con papel de diario reciclado en cuyo interior tiene semillas. Cada vez que le haces punta, la puedes plantar y germinarán plantas de manzanilla y ajenjo.
Semillas
A diferencia de otros lápices que también contienen semillas, estos lápices pueden usarse hasta el final e ir haciendo germinar en paralelo. Sus artífices comentan que “nuestro papel de semillas está hecho en Barcelona con residuos de algodón y papel reciclado e incorpora semillas en su interior, de manera que, cuando ya has leído el flyer, la tarjeta o el póster, los puedes plantar Plantar en lugar de derrochar”.
Asimismo, han patentado otras innovadoras propuestas a base de semillas, como el papel plantable al que dan forma a gusto del consumidor. Desde un flyer a una tarjeta, marcador de libros, posavasos o un póster. El objetivo es que cuando ya no se usen pues se puedan plantar en lugar de derrochar.
Novedosas eco ideas que también llevan a cabo desde la empresa española Sheedo Studio, jóvenes emprendedores convencidos de poder revolucionar el sector del merchandising ecológico y de la papelería corporativa sostenible. Desde papel plantable con semillas a innovadoras propuestas como libretas plantables, fabricados con papel de semillas y papel reciclado cuyas hojas se convertirán en una planta; o calendarios planta, donde cada mes se transformará en una planta diferente.
Bolígrafos ecofriendly
Y por último, también en Bolivia han desarrollado un bolígrafo ecológico que se convierte en planta. Una vez que la tinta se agota, se planta el envoltorio en tierra como semilla de futura vida vegetal. Otra idea asombrosa que, como indica su artífice, “se basa en fabricar bolígrafos ecológicos de cartón biodegradable que contienen semillas en su material de fabricación. De esta forma, evitan el impacto ambiental ya que se aseguran de que no queden restos del bolígrafo al terminar su vida útil”, afirman en la web.
Se trata de una iniciativa puesta en marcha por un ingeniero comercial boliviano que desde muy pequeño tuvo el sueño de hacer algo por la sociedad. Así pues, se enmarca en un proyecto denominado ‘Actúa por mi futuro’, cuya recaudación tiene fines solidarios y a través del cual enseñan a niños y niñas a trabajar por el cuidado por el medio ambiente y el reciclaje (ahorro de energía, no arrojar basura, etc…).
Con esa filosofía, los bolígrafos ecológicos llevan serigrafiada una frase en favor del medioambiental y pueden ser plantados una vez que ya no sirven para escribir, retirando las partes de plástico, esto es, la mina y el resorte del mecanismo de bolígrafo. El cartón se acaba deshaciendo y convirtiéndose en abono gracias a las semillas incorporadas, muy orientadas a huertos urbanos con plantas de consumo culinario.
En un futuro, el artífice del proyecto espera poder ampliar el abanico de semillas y añadir flores y otras plantas, así como conseguir que los propios bolígrafos ecológicos sean 100% reciclables.
Ahora es posible cuidar nuestro planeta a través del reciclaje llevado a su máxima expresión.