Redacción
En el corazón de la región de Bretaña en Francia, un invento ha surgido del mundo agrícola, mostrando cómo la colaboración entre agricultores y empresas locales puede dar vida a soluciones ecológicas innovadoras. La invención de un plástico ecológico fabricado a partir de cáscaras de huevos por parte de dos agricultores es un testimonio de la creatividad y el compromiso con la sostenibilidad.
En Europa, anualmente se consumen millones de huevos, con las consiguientes toneladas de cáscaras de huevos desechadas. Tradicionalmente, estas cáscaras han encontrado reutilización en el compost o los fertilizantes naturales, pero con frecuencia terminan en la basura, a pesar de sus potenciales beneficios para las plantas y como repelente natural en el jardín.
La semilla de esta innovación fue plantada por Paul-Gilles Chedaleux y su esposa Florence, agricultores de Morbihan. Inspirados por el deseo de encontrar un mejor destino para las cáscaras de huevo, fundaron Terremo’Logic. Con una tecnología avanzada, lograron separar las cáscaras de la membrana a través de procesos de secado y tamizado, transformándolas en un fino polvo similar al talco. Esta transformación abrió nuevas oportunidades para la reutilización de un material naturalmente abundante y subutilizado.
El proceso no se detiene con la creación del polvo de cáscara de huevo. Aproximadamente 6.000 toneladas de huevos, equivalentes a 80 millones de unidades, son recogidas anualmente y transformadas por esta vanguardista iniciativa.
La colaboración con Ecodis, una empresa especializada en plásticos innovadores, permite que este polvo se convierta en un componente clave para la fabricación de empaques sostenibles. Además de la cáscara de huevo, se incorporan materiales como cáscaras de ostras, promoviendo un enfoque de economía circular donde los desechos se convierten en recursos valiosos.
ECORECICLABLES
La culminación de este proceso es la creación de boîtes à œufs (cajas para huevos) que no solo son totalmente ecológicas sino también completamente reciclables. Este ciclo de reutilización no solo representa un avance significativo en la reducción de desechos sino que también ejemplifica una economía circular en acción, donde cada elemento tiene valor y propósito.
Para los que preguntan cómo se hace, es gracias a qué la cáscara de huevo tiene calcio y magnesio, esos dos son normalmente utilizados por los seres vivos para crear estructuras fuertes (huesos, caparazones, conchas, cáscara de huevo, perlas..) entonces lo que se debe hacer es extraer el calcio de éstos, moliendo y secando. luego con agua (se pueden sumar adherentes o resinas) se crea una pasta del carbonato de calcio que se vierte en un molde, se compacta y se lleva a un horno para su secado.
Fuente: ecoinventos.com