Redacción
Uno de los aspectos más complejos de la medicina es enfrentarse a lo desconocido: una vez que abren el cuerpo humano pueden tener claro dónde está cada órgano y hasta creer que saben con qué se encontrarán, pero a menudo hay sorpresas. Para reducir este margen de sorpresa hay una herramienta tecnológica: la holografía.
La empresa Medivis ha conseguido usar escáneres médicos (resonancias, rayos X, tomografías, etc.) en hologramas 3D superpuestos al cuerpo del paciente mediante realidad aumentada. Gracias a un visor especial diseñado por sus expertos, la tecnología les permite ver a través de los tejidos, los órganos y los huesos, directamente sobre el cuerpo.
La tecnología ya está tan avanzada que ha recibido la aprobación de la FDA (la administración estadounidense que regula los medicamentos) para planificar operaciones, y se ha comenzado a utilizar en unas 500 intervenciones de neurocirugía, ortopedia y traumatología.

Los cirujanos deben utilizar un casco de realidad aumentada que superpone datos en el cuerpo de un paciente durante una operación, creando un sistema de guía visual que puede ayudar con procedimientos complicados como la extirpación de un tumor cerebral y reducir los errores. Ya está en acción en hospitales como el MDAnderson Cancer Center de Houston.
Gracias a la tecnología de realidad aumentada, los médicos pueden ver imágenes médicas superpuestas en el cuerpo de un paciente mientras planifican y realizan cirugías complejas. Medivis también utiliza ultrasonidos en directo, que se pueden fusionar con resultados de tomografías computarizadas y resonancias magnéticas, así como tecnología de aprendizaje profundo que ayuda a que las imágenes sean más precisas.

A esto hay que sumarle que la técnica también se puede aplicar en la educación y la capacitación de los expertos y facilita ensayos previos a intervenciones complejas gracias tanto a la realidad aumentada como a la inteligencia artificial aplicada.
Fuente: La Razón