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    Supera el cáncer con un tratamiento experimental cuando solo le quedaba un año de vida

    El objetivo era comprobar la eficacia y seguridad de un régimen de medicamentos personalizado

    Redacción

    Un hombre que fue diagnosticado con una forma particularmente agresiva de cáncer, y al que se le pronosticó una supervivencia de un año, se encuentra ahora libre de su tumor gracias a un ensayo clínico llevado a cabo en el Reino Unido.

    Según reporta el medio británico The Guardian, Robert Glynn, un soldador de 51 años de Worsley (en el área metropolitana de Manchester) afirma que “ya no estaría aquí” de no ser por los resultados del ensayo de inmunoterapia hecho realidad por el servicio público del Reino Unido, el National Health Service (NHS).

    Concretamente, Glynn fue diagnosticado con un cáncer del conducto biliar intrahepático un día antes de cumplir 49 años en junio de 2020. Había acudido a la consulta originalmente por un fuerte dolor en el hombro que no le permitía dormir.

    Para cuando los médicos detectaron la enfermedad de Glynn, ya se había extendido a su glándula adrenal y a su hígado, con tumores demasiado grandes como para ser extirpados quirúrgicamente. En base a esto, se clasificó como de estadio 4. En particular, se le pronosticaron 12 meses de supervivencia.

    CANCER CON GRAN CARGA DE MUTACIÓN

    Sin embargo, el cáncer de Glynn tenía una característica peculiar: tenía una alta carga de mutación, lo que lo que sugería que podía responder bien ante la inmunoterapia combinada con quimioterapia.

    El nombre del fármaco inmunológico, refiere el periódico, no se puede nombrar públicamente debido a la naturaleza experimental del tratamiento, pero se trata de un medicamento aprobado para su uso en tumores de pulmón, esofagales y de riñón, lo que sugiere que su uso para cánceres del conducto biliar podría aprobarse relativamente rápido.

    Sea como sea, en esta instancia logró una importante reducción en los tumores de Glynn, lo que permitió que pudiera ser operado. Pero lo más sorprendente es que, una vez extirpados, los médicos comprobaron que se trataba de tejidos muertos, lo que significaba que el tratamiento había acabado con todas las células cancerígenas.

    Fuente: 20minutos.es/salud