Este es uno de los mayores ejemplos de conservación de territorio del mundo
Redacción
El fundador de The North Face y la consejera delegada de Patagonia compraron más terreno que nadie para donarlo a parques naturales. Diez años después de la muerte de él, visitamos el paraíso que crearon
Los cinco grandes de la Patagonia chilena son el guanaco, el puma, el huemul (considerado el ciervo de los Andes), el cóndor y el ñandú. Y el lugar ideal para convivir con ellos en su ambiente es el parque nacional Patagonia, que además es el que mejor define la filosofía de sus fundadores, la pareja de conservacionistas estadounidenses Kristine y Douglas Tompkins.
Ellos apostaron por el rewilding (asalvajar de nuevo la naturaleza) y por devolver a la tierra su rostro original. Así este es, hoy por hoy, uno de los mayores ejemplos de conservación de territorio del mundo.
El paisaje está definido por la presencia de la planta nativa llamada coirón, que da una personalidad particular a la textura y la pigmentación de la montaña, y por la de los guanacos y sus patas de trote suave, que no dañan el terreno. La intención de la pareja era conservacionista y turística porque dieron valor a territorios que merecen ser visitados con respeto y reverencia.
La consecución del proyecto estuvo marcada por la donación de más de 80.000 hectáreas del valle Chacabuco al Estado de Chile realizada en 2018 por parte de la Fundación Rewilding Chile —antes conocida como Tompkins Conservation Chile—, entidad fundada por Douglas y Kristine.
Cuando se le pregunta a Kristine, presidenta de la fundación, por el origen de esa actitud, responde: “Nos influyó el filósofo noruego Arne Naess, amigo durante muchos años”. Naess preconizaba la ecología profunda y defendía la necesidad de redescubrir la naturaleza humana considerando que el estilo de vida occidental y las convenciones sociales limitan la evolución del individuo y su potencial inherente. Por eso, añade Kristine, “en el corazón de cada uno de nuestros parques radica la creencia de que toda vida tiene un valor intrínseco”.
A juzgar por la cantidad de hectáreas que acumuló Tompkins gracias a su astucia no iba mal encaminado, aunque a Dorworth se le olvidó añadir que en manos de Douglas la palabra “imperio” es un término relativo, pues es quien más tierras ha donado para la conservación en la historia.
Para conocer la intervención empresarial y ecologista de Douglas y Kristine nos aventuramos a experimentar de primera mano sus logros en dos parques icónicos como son el parque natural Pumalín o el parque nacional Patagonia, pasando por el paisaje insólito del parque nacional Queulat y atentos a la abundancia de tradiciones, folclore y naturaleza.
En ningún otro tienes la sensación de estar alejado del mundo como en este
Tanto para el que camina como para el que no, cada vez que uno se baja del coche dialoga con una belleza escénica impresionante: ya sea desde el mirador Douglas Tompkins o desde el de la Confluencia, paseando por senderos y bosques, observando desde el kayak las aguas claras del río Chacabuco o las turquesas del Baker, atravesando el famoso puente colgante o prestando atención a las huellas de guanacos, pumas, huemules, chingues, ñandús o armadillos.
Ningún detalle es pequeño. Cada vez que preguntamos a los guías del hotel por qué prefieren trabajar aquí responden lo mismo: “En ningún otro tienes la sensación de estar alejado del mundo como en este”.
Fuente: elpais.com