La deportista entiende la escalada de una forma peculiar: en solitario, incomunicada y sin ninguna electrónica
Redacción
La alpinista y escaladora catalana asciende los picos más altos del Planeta y lo hace en solitario. Chile, Alaska, India, Perú, Pakistán… Tampoco cuenta con el apoyo de helicópteros, porteadores, partes meteorológicos o teléfonos móviles.
En sus expediciones, Silvia Vidal pude estar más de un mes completamente en soledad, durmiendo sobre su hamaca de 200×80 centímetros colgada de una pared a cientos de metros del suelo. En su página web cuenta todas sus travesías y muestra imágenes espectaculares de sus escaladas por los lugares más salvajes del mundo.
El pasado mes de noviembre, Silvia recibió el Piolet de Oro, uno de los mayores galardones en el mundo del alpinismo, por sus “hazañas”.
La última aventura de Silvia ha sido en la Patagonia Chilena, en concreto, en el Cerro Chileno Grande. Mes y medio en un valle remoto, cargando 150 kilos de material y comida para escalar una pared virgen de 1.200 metros y 33 días de permanencia en la vertical.
Así argumenta la organización de los Piolets d’Or su decisión de homenajear a Sílvia Vidal:
Los Piolets d’Or promueven el alpinismo progresivo, el estilo alpino, el hacer más con menos. Nuestros premios reflejan esta ética. Pero también abogan por el espíritu de exploración, un alto nivel de compromiso y la autosuficiencia.
En este sentido, los Piolets d’Or querrían reconocer la enorme contribución a la escalada de big wall en solitario que durante más de dos décadas ha llevado a cabo Sílvia Vidal. Esta catalana es bien conocida por sus impresionantes logros de escalada de resistencia y artificial duro en big walls remotos alrededor del mundo. Sus ascensiones más notables han sido realizadas mayoritariamente en autonomía total: completamente sola, sin radio, sin teléfono, sin GPS, sin previsiones meteorológicas, sin comunicación. El uso del taladro tiende a ser mínimo, y siempre a mano.
Las nuevas vías de Vidal, escaladas en estilo cápsula, se encuentran en lugares como Alaska, Canadá, Chile, India, Mali, Paquistán y Perú. Ascensiones significativas en solitario incluyen: Life is lilac (870 m, 8a, A4+), Shipton Spire, Paquistán (21 días sola en la pared, 2007); Naufragi (1.050 m, 6a+, A4+), Railang, India (25 días sola en la pared, 2010); Espiadimonis (1.500 m, 6b, A4), Serranía Avalancha, Chile (dos semanas fijando los primeros 350 m, luego 32 días en la pared, un total de casi dos meses sola en esta salvaje región, 2012); Un pas més (530 m, 6a, A4+), Xanadu, Alaska (36 días porteando equipo –540 km a pie– arriba y debajo de la pared, y 17 días sola en la pared, 2017), y más recientemente Sincronia màgica (1.180 m, 6a+, A3+), El Chileno Grande, Chile (16 días dedicados a portear material arriba y abajo, y después de fijar los 180 m iniciales, 33 días sola en la pared, 2020).