Redacción
Hablar en voz alta estando solo ha sido durante años una imagen estereotipada. Sin embargo, según la psicología actual, esta práctica —conocida como auto-habla o self-talk— no solo es normal, sino que puede ser extraordinariamente beneficiosa para el cerebro y la salud mental.
Decirse cosas en voz alta como “¿Dónde dejé las llaves?” o “Primero hago esto y luego aquello” es un recurso cognitivo que ayuda a ordenar ideas, concentrarse y tomar mejores decisiones. Investigadores como Gary Lupyan, psicólogo en la Universidad de Wisconsin, han demostrado que verbalizar lo que se piensa activa áreas del cerebro relacionadas con la memoria visual y la atención. En sus experimentos sociales, las personas que nombraban objetos en voz alta lograban identificarlos más rápido que quienes solo los buscaban en silencio.
Esto ocurre porque al decir una palabra como “plátano”, el cerebro no solo procesa el sonido, sino que también recupera imágenes mentales, experiencias previas y asociaciones contextuales que facilitan la acción. En otras palabras, hablar solo acelera la conexión entre el pensamiento y la realidad.
A pesar de que muchas personas asocian hablar solo con aislamiento o desequilibrio mental, lo cierto es que la psicología lo vincula con mayor autoconciencia y capacidad de autorregulación. La psicoterapeuta Patricia Rosillo lo compara con tener una conversación con un buen amigo que te da consejos, te anima o te ayuda a pensar con claridad.
Este tipo de diálogo interno permite regular emociones intensas, calmar la ansiedad y analizar situaciones desde una perspectiva más racional. De hecho, investigaciones recientes sugieren que hablar en tercera persona (“Tú puedes con esto” en lugar de “Yo puedo”) incrementa la sensación de control emocional y favorece una visión más objetiva ante el estrés.
Un estudio realizado por la Bangor University demostró que leer instrucciones en voz alta mejora la concentración y el rendimiento en tareas complejas. No es casual que deportistas de élite se hablen a sí mismos durante las competiciones.
El auto-diálogo también tiene un papel clave en la motivación personal. Repetir frases como “esto lo vas a lograr” o “estás preparado para esto” puede aumentar la perseverancia y facilitar el afrontamiento de desafíos. Además, simular conversaciones sociales al hablar en voz alta puede ser una forma eficaz de ensayar interacciones importantes y ganar seguridad.
Si bien hablar contigo puede parecer algo solitario, en realidad es un acto de acompañamiento interno, de autocomprensión y de cuidado. Aunque la auto-habla es generalmente saludable, los expertos recomiendan observar si este hábito se vuelve compulsivo, interfiere con la rutina diaria o está acompañado de malestar emocional. En esos casos, podría ser señal de que es necesario consultar a un profesional.
Fuente: El Confidencial
