Un nuevo estudio revela un menor riesgo de padecer demencia entre los usuarios habituales del ciberespacio
Redacción
Un estudio publicado en la revista Journal of the American Geriatrics Society (en inglés) halló que el uso habitual del internet entre los adultos de 50 a 65 años se asoció con aproximadamente la mitad del riesgo de padecer demencia en comparación con aquellos que no utilizaban internet.
“La actividad en línea puede ayudar a desarrollar y mantener la reserva cognitiva, lo que a su vez puede compensar el envejecimiento del cerebro y reducir el riesgo de demencia”, dijo en un comunicado de prensa la Dra. Virginia W. Chang, autora corresponsal y profesora adjunta de Ciencias Sociales y Conductuales en la Facultad de Salud Pública Mundial de la Universidad de Nueva York.
Investigaciones anteriores señalaron un posible beneficio para la salud cerebral de los adultos mayores que usan internet, pero no se enfocaron mucho en los beneficios cognitivos a largo plazo. Chang y sus colegas diseñaron su estudio para profundizar sobre el tema.
Utilizando datos recopilados como parte del estudio de la Universidad de Míchigan Health and Retirement Study (HRS, en inglés), sobre la salud y la jubilación, se enfocaron en 18,154 adultos de 50 a 65 años que no tenían demencia cuando comenzó el período del estudio. A cada uno se le preguntó si usaba internet regularmente para enviar y recibir correos electrónicos o para cualquier otro propósito. Aproximadamente dos tercios de los participantes usaban internet, mientras que un tercio no. Se hizo un seguimiento de los participantes durante un promedio de casi ocho años.
En el 2013 se les pidió a los miembros de un pequeño subgrupo del cohorte que dijeran cuánto tiempo pasaron en internet la semana anterior. Se les dieron seis opciones, que iban de cero a ocho horas o más. El estudio halló que los adultos con dos horas o menos de uso parecían tener el menor riesgo de padecer demencia. Los adultos que no utilizaron internet tenían un riesgo estimado de demencia notablemente mayor. De manera similar, los adultos que pasaban ocho horas o más en línea tenían un mayor riesgo de padecer demencia. Los resultados deben tomarse con cierta reserva, ya que el tamaño de la muestra era pequeño.
Los investigadores descubrieron que el riesgo de los usuarios habituales y el de los no habituales no variaba según el nivel educativo, la raza, el origen étnico, el sexo ni la generación.
Fuente: aarp