Víctor Viñuales, director de Ecodes, repasa las claves para poder maximizar el bienestar de las personas dentro de los límites del planeta Tierra
Redacción
Desde principios del S.XX la humanidad ha entrado en una encrucijada en la que parece que “si le va bien a la economía le va mal a la biosfera, y viceversa”. Víctor Viñuales, director de la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes) y miembro del Consejo de Greenpeace en España, apunta a que las personas tenemos tendencia a ver los problemas de una manera parcelada, cuando en realidad todo está interrelacionado: lo económico, lo social y lo ambiental. “Estos y otros factores nos han llevado a una profunda crisis que se materializa en un mundo injusto, inestable, insostenible e infeliz”, subraya.
Algunos de los factores necesarios para conseguir este cambio masivo, profundo y rápido que se necesita para acelerar la transición hacia una economía baja en carbono, inclusiva y responsable, son los siguientes: la corresponsabilidad, la conciencia de los límites (ya que los recursos naturales son finitos) y el enfoque sistémico, donde se combinan los cambios tecnológicos y culturales sustentados en unas políticas institucionales adecuadas.
Además, según Viñuales, “hay que construir un ecosistema de cómplices”, donde las empresas, las ONG, los gobiernos y los individuos evolucionen de una economía lineal a una economía circular, como la de la propia naturaleza.
Pero, tal y como afirmó en su charla CaixaTalks, “el mundo no lo pueden cambiar los desanimados”, de modo que tenemos que buscar soluciones para evolucionar como comunidad, y no como individuos. Las herramientas para lograrlo están a nuestro alcance, aunque tenemos que ser capaces de ponerlas en funcionamiento actuando globalmente, de manera integral y rápida. Un gesto a título particular es, por ejemplo, “no usar ascensores, subir y bajar por las escaleras”, lo que supone un ahorro de 8 kgs de Carbono/año por persona.
La tecnología, la educación o el cambio de enfoque son puntos clave. “Es muy importante distinguir entre necesidad y satisfacción de esa necesidad”, subrayó el docente. Por ejemplo, si tenemos que desplazarnos podremos escoger el hacerlo en bicicleta, en coche, compartiendo vehículo, etc., y es a través de este tipo de decisiones como se va logrando un cambio de mentalidad global.
Lo que cambia el mundo no son las intenciones, sino los hechos
V. VIÑUALES
ÁMBITO MUNDIAL
El director de ECODES lamentó que «ante un problema que es global, se piensa en los intereses locales, cuando hace falta abordarlo desde un ámbito mundial». «Como carecemos de un gobierno mundial efectivo, y en las cumbres internacionales se maniobra para retrasar la toma de medidas, se impone la necesidad de una ciudadanía global que empuje, que sume fuerzas para lograr que se apliquen soluciones. Si confiamos solo en los gobiernos nacionales, mal vamos», opina.
En este momento, «no se trata ya de buscar culpables, sino de encontrar soluciones». Una actitud que no solo tiene que venir de los países desarrollados, sino que pueden adoptar también aquellos que están en vías de desarrollo, porque «la dinámica de seguir el camino errado se está rompiendo, cada vez hay más alternativas para sumarse al desarrollo sostenible».
Fuente: caixabank.es/apl/talks