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    Razones por lo que las puertas de los baños públicos no cierran hasta abajo

    Redacción

    Al entrar en los baños públicos, habrás tenido ese momento incómodo de ver a alguien a través de la rendija de la puerta del lavabo. O lo que es peor, habrás notado que pueden verte los pies si tu estás dentro. ¿Por qué los compartimentos del baño no están completamente cerrados?

    En verdad, existen motivos lógicos para que los puestos de baño no lleguen hasta el suelo. Este tipo de diseño se ha ido desarrollando con el paso del tiempo. Aparte de que sean más fáciles de limpiar y se ahorren en materiales de construcción. También ayudan a mejorar nuestras vidas. Adelante 10 razones por lo que las puertas de los baños públicos no cierran hasta abajo.

    Cuestión de higiene

    Como hemos mencionado ya, que las puertas de los baños públicos no cierren hasta abajo hace que sean más fáciles de limpiar. Si no hay nada que estorbe a la fregona por abajo, la tarea se hará mucho más cómoda y eficaz. El agua penetrará por todos los rincones, desinfectando bien la zona.

    Si fuera lo contrario, que estuvieran cerrados hasta abajo. Imagínate los choques del mocho contra el borde la puerta. Según el material de que estuviera construida la puerta, acabaría degradándose mucho antes e incluso si fuera madera, hinchándose. La verdad que sabiendo esto ahora uno desea que las puertas sigan con ese diseño.

    Cuestión de urgencia

    Imagínate que a alguien le ha pasado algo dentro del baño. Se notaría rápidamente. Un servicio donde la puerta no cierra hasta abajo daría la llamada de atención de cualquiera que pasará por allí, al visualizar rápidamente que ocurre al otro lado. En un servicio totalmente cerrado, alguien podría desmallarse y quedarse allí sentado durante un tiempo vital, que hubiera servido para ayudarle.

    Si al final se confirma la urgencia y de verdad una persona lo está pasando mal en el wáter y por ejemplo esta inconsciente, un sanitario de emergencia puede deslizarse por debajo y abrir la puerta con toda facilidad sin tener que hacer ningún estropicio rompiendo la puerta.

    Antidelincuencia

    Si eres un delincuente o tienes intenciones poco amistosas. Un cuarto de baño público que no cierre hasta abajo puede disuadirte de cometer ninguna tontería, porque sabes que te están viendo y no estás del todo oculto. Se previene así el consumo de drogas, los actos sexuales, la inspiración artística como el graffiti y una larga lista de cosas inadecuadas en el baño.

    El diseño en este caso es como la presencia policial, que disuade de las malas intenciones. Como pasa en otros sitios dónde no se respeta este diseño de tener huecos tanto arriba como abajo, ya se ha observado que las conductas antisociales se llevan a cabo con mayor facilidad.

    Motivos de construcción

    Las puertas de los baños públicos si no cierran hasta abajo son más baratas y fáciles de colocar. Si has reformado un baño o tienes una tienda abierta al público, has necesitado construir un aseo público. Te habrás dado cuenta que este diseño se adapta perfectamente a cualquier espacio, sea grande o pequeño y se acopla bien a todos los tipos de suelos, sean más plano o rugosos.

    Un puesto privado que llegue hasta el techo y hasta el tope del suelo requiere un trabajo más fino y personalizado, a medida. Así como la demanda de materiales mucho más caros, que pueden hacer disparar el presupuesto. Aquí el ahorro económico en construcción manda, siempre se busca abaratar costes en materiales más cortos y versátiles.

    Espacio aireado

    Las puertas que dejan espacios libres en su parte inferior y superior permiten una mejor aireación del espacio. Después que el baño haya sido usado, un aseo cerrado no permitiría disipar tan rápidamente los olores. Siendo una experiencia verdaderamente desagradable para quien viniera detrás.

    Al entrar a un compartimento abierto, rápidamente se percibe la diferencia del ambiente más fresco. Aun habiendo algún tipo de olor o rastro del que lo utilizo antes que tú, la mejor aireación se nota enseguida. Esto es algo esencial para los saneamientos públicos. Vale, que también se puede utilizar extractores de aires para la circulación del aire, pero ya no sería de forma natural.

    No se crean colas

    En una hora punta de por ejemplo el cuarto de baño de un centro comercial, se formarían muchas colas al no saber que baño está ocupado y cual no. La circulación de las personas se ve beneficiada, al no producirse tantos atascos. Se puede ver fácilmente si un habitáculo está siendo usado.

    Al parecer antes que descubriera el diseño “abierto” se formaban muchas colas innecesarias, cuando alguna persona entraba al baño y no podía saber de forma rápida la ocupación de los puestos. También se pueden añadir mejoras, como que la puerta no quede totalmente cerrada o indicadores de ocupación. Pero en los baños totalmente cerrados del techo al suelo esto no se puede utilizar.

    Para no quedarse atrapado

    Sería una verdadera pesadilla quedarse encerrado dentro de un retrete público. Para esos casos donde la puerta pueda quedar bloqueada o atascada ya se pensó el diseño abierto de las puertas. Casi imposible que alguien se quede atrapado dentro. El acceso es fácil y se logra abrir una puerta de ese tiempo en minutos.

    Lo contrario pasa con la puerta de un baño totalmente cerrada y estanca. La puerta o la cerradura se pueden bloquear fácilmente, atrapando al usuario dentro con el consiguiente perjuicio. Esto no pasaría con un espacio intermedio, la persona aún puede escapar reptando como un reptil por abajo.

    Ligereza en el uso

    Cuando las personas necesitan hacer sus necesidades, dependiendo de la personalidad de cada uno, se lo toman con más o menos calma. La estructura de aseo abierto logra que hagan lo que tengan que hacer de forma más rápida. No haya nada como sentirse observado para hacer sólo lo esencial e irte.

    Sin embargo, esto no pasa al usar un baño cerrado. Las personas al sentirse aisladas del tráfico de gente y de incluso el ruido, pierden la sensación de que los demás usuarios también esperan su turno, tardando mucho más. Cuando el diseño es abierto, la gente está más atenta de este tipo de cosas, acelerando el tránsito en los baños.

    “¿Me pasas el papel higiénico por favor?”

    Una situación muy embarazosa si te quedas sin papel higiénico en un baño público, por eso yo llevo siempre mis toallitas húmedas. Pero si no eres de los precavidos, agradecerás que el papel higiénico se pueda pasar entre los compartimentos. De esa forma puedes pedírselo a alguien que está al lado o a un amigo, que de esa forma te salve la vida al facilitarte algo de papel.

    Sin embargo si la puerta del cuarto de baño está cerrada desde el techo hasta le suelo, esa opción es casi imposible sin que tengas que abrir la puerta o salir del baño. El preciado papel higiénico se quedaría bastante lejos. Alguna escena cómica ya se ha vivido, que luego se recuerda por años.

    Stop a la claustrofobia

    Si una persona con claustrofobia entra al cuarto de baño sin rendijas por abajo, se pone en riesgo. En un puesto totalmente oculto, podría tener un brote de está fobia y estallar su ansiedad durante un tiempo antes de que nadie lo notara. Mientras tanto esa persona estaría sola viviendo un mal trago.

    En un puesto de aseo que no toca la superficie, alguien con un rapto emocional que está fuera de sí se nota de inmediato. También la ayuda psicológica llega más rápido, ya que se tiene acceso a la persona en un momento. Y hasta aquí las 10 razones por lo que las puertas de los baños públicos no cierran hasta abajo. Quizá cuando vuelvas a usar uno de estos baños lo mires de forma diferente.

    Fuente: Qué