En el descubrimiento de la ‘Casa de Fedra’ se encontraron escenas extraídas de los de mitos clásicos como Hipólito y Fedra
Redacción
Las recientes excavaciones en la Insula dei Casti Amanti, ubicada en el vibrante barrio central de la antigua ciudad de Pompeya, han sacado a la luz una nueva y fascinante vivienda sin atrio, llena de decoraciones refinadas. Este descubrimiento nos ofrece una oportunidad única para comprender los cambios sociales y arquitectónicos que experimentaba Pompeya en el siglo I d.C.
Fedra, princesa cretense y esposa de Teseo, se enamoró de su hijastro Hipólito por obra de Afrodita, quien vengaba el desdén del joven hacia ella. Hipólito rechazó a Fedra, y ella, despechada, lo acusó falsamente de intentar violarla.
Teseo, enfurecido, pidió a Poseidón castigar a su hijo, quien murió en un accidente provocado por un monstruo marino. Artemisa reveló la verdad sobre la manipulación de Afrodita, y padre e hijo se reconciliaron antes de la muerte de Hipólito. En algunas versiones, Fedra se suicida al ver las consecuencias de su mentira.
Esta residencia destaca, no solo por su tamaño reducido, sino también por la ausencia de un atrio, un elemento habitual en las casas de Pompeya de la época. Normalmente, las casas pompeyanas incluían un atrio con un impluvium, un depósito para recolectar el agua de lluvia, pero en este caso se optó por un diseño distinto, lo que puede indicar un cambio en los hábitos de vida de los habitantes de la época.
Los muros de esta pequeña casa muestran una decoración detallada y colorida en el estilo pompeyano IV, que no tiene nada que envidiar a otras viviendas más grandes y lujosas.
Las paredes presentan escenas mitológicas de gran belleza y simbolismo, entre las que se incluye un simposio (banquete) entre un sátiro y una ninfa, una escena con la diosa Venus y Adonis, y una representación deteriorada del Juicio de Paris.
Junto al fresco de Hipólito y Fedra, una ventana permite el acceso visual a un pequeño patio que alberga un larario (altar doméstico). El larario está decorado con motivos vegetales y animales, sobre un fondo blanco, destacando un águila que sostiene un ramo de palma en sus garras. En la base del altar, dos serpientes rodean la estructura, acompañadas de ofrendas representadas en relieve como piñas, higos y dátiles, posiblemente símbolos de fertilidad y prosperidad.
Durante las excavaciones, se encontraron objetos rituales dentro del larario, como un quemador de incienso de cerámica y una lámpara, ambos con evidentes rastros de quemaduras, lo que sugiere que fueron utilizados en rituales domésticos antes de la erupción del Vesubio en el año 79 d.C.
Además, restos de ramas aromáticas y un par de higos secos fueron hallados en la base del altar. El descubrimiento también incluyó fragmentos de mármol coloridos con diseños dionisíacos, agregando otro nivel de profundidad cultural al espacio.
La excavación y restauración de la Insula dei Casti Amanti forma parte de un ambicioso proyecto arqueológico que busca no solo descubrir y preservar, sino también acercar estos hallazgos al público. Para ello, el equipo ha implementado un sistema de pasarelas elevadas, permitiendo a los visitantes observar el proceso de excavación y restauración en tiempo real.
Fuente: labrujulaverde