Redacción
Las pipas de girasol son uno de los ingredientes que deberían incluirse en nuestra lista de la compra. Para la familia son imprescindibles en la dieta, un ingrediente perfecto para tomar sólo como picoteo o acompañar un montón de recetas, pues sus propiedades nutritivas son muy beneficiosas para nuestra salud.
Las pipas provienen del girasol (helianthus annuus), una planta herbácea que pertenece a la familia Asteraceae. Las pipas se forman en el centro de la flor, que suele tener un gran tamaño, y están formadas por la cáscara y el interior, que es la parte comestible.
Las pipas se recogen cuando la flor del girasol se ha secado y se comercializan tanto crudas como tostadas, con y o sin sal, con cáscara o peladas. Y en algunos lugares, y desde hace unos años en España, con sabores. No son mis preferidas, pero entre los más jóvenes arrasan el sabor a barbacoa, a coco, a Tijuana,… prefiero las tostadas, con punto de sal justo y listas para disfrutar.
Su origen procede de Norteamérica y Centroamérica y se sabe que se domesticó primero en México al menos 2.600 A.C., los nativos americanos emplearon diferentes tipos de girasol, podías encontrar pipas de color miel o de color blanco, aunque la variedad más conocida eran las pipas que consumimos normalmente, con rayas blancas y negras. Muchas pipas de esta variedad llegan desde EE.UU. que son garantía de calidad. Ellos envían sus mejores pipas de girasol a nuestro país, siendo uno de los grandes exportadores de pipas de girasol disponibles en España.
Fue el conquistador español Francisco Pizarro quien lo encontró girasol en una de sus expediciones en Perú, donde los aborígenes veneraban una imagen de girasol como símbolo de su dios solar. Y estaba presente en su alimentación y forma de vida. Como curiosidad, podéis encontrar las pipas de girasol con el nombre de maíz de teja, debido a que los habitantes del pequeño poblado de Pinal de Amoles en Querétaro, las dejaban secarlas sobre las tejas de sus casas.
Las pipas están consideradas un alimento muy nutritivo gracias al aporte de ácido fólico o vitamina B9 y flavonoides, que les otorgan propiedades medicinales. Son antioxidantes, antimicrobianas, antidiabéticas, anti-inflamatorias, combaten la tensión alta y son antivirales. Otros beneficios se deben a la vitamina E, a la B1 y otros muchos nutrientes básicos, fibra, proteínas, hierro, selenio y otros componentes que ayudan a prevenir enfermedades crónicas.
1. Perfectas para el embarazo
Las mujeres en el embarazo necesitan un aporte extra de folatos. El ácido fólico o vitamina B9 ayuda al cuerpo a descomponer, utilizar y crear nuevas proteínas y, en este caso, al buen desarrollo del feto. Las pipas de girasol son una fuente rica de ácido fólico, si durante el embarazo la mujer las consume de manera habitual y sin sal, son perfectas para mantener unos niveles adecuados de folatos en el organismo.
2. Reducen el riesgo de enfermedades del corazón
La pipas de girasol poseen vitamina E, la cual funciona como un poderoso antioxidante, con un consumo de 30 gramos de pipas de girasol sin sal al día, podría ayudar a reducir la inflamación crónica, un problema al cual se le atribuyen una amplia gama de enfermedades. Además de ayudar a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, dos de los principales factores de riesgo de enfermedades cardíacas. Un estudio publicado demostró que consumir 30 gramos de semillas de girasol al día reducen el colesterol total, el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos.
3. Ayuda a prevenir el cáncer
Su aporte de antioxidantes es muy abundante ayudando a combatir el daño de los radicales libres (humo de tabaco, alcohol, etc) que pueden generar enfermedades y daño oxidativo en nuestras células. Dentro de estas enfermedades se encuentra el cáncer. Además, la vitamina E y el selenio contribuyen en la prevención de cáncer de mama, entre otros.
4. Equilibran los niveles de azúcar en sangre
Las dietas ricas en fibra ayudan sustancialmente al control del índice glucémico, pues la fibra que poseen las pipas de girasol ayudan a disminuir la absorción de azúcar por los torrentes sanguíneos, evitando picos y disminuyendo la posibilidad de desarrollar diabetes o resistencia a la insulina. Las pipas tambie´n tienen magnesio que también reduce el riesgo de desarrollar la enfermedad insulina-dependiente.
5. Apoyan la función tiroidea
El selenio es un mineral fundamental en nuestra nutrición y que se encuentra abundantemente en las pipas de girasol. Nos puede ayudar a mejorar la función tiroidea.
6. Promueven la buena salud de la piel y de tu cabello
Mejoran la salud del cabello pues las pipas tienen biotina, una vitamina B necesaria para metabolizar las grasas, los carbohidratos y las proteínas. La ciencia afirma que la biotina puede ayudar a mejorar la salud del cabello, que está hecho de proteína.
En lo que respecta al acné, las pipas de girasol son una fuente de zinc y tienen propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducirlo. La vitamina E ayuda también a prevenir y proteger a la piel del daño solar, previene las cicatrices y la aparición de arrugas, y las vitaminas del grupo B que contienen las pipas de girasol actúa como un complejo revitalizador y antienvejecimiento para la piel.
Fuente: Recetas de Rechupete.