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    Paula Currás, arquitecta de la moda slow

    Redacción

    Diseñar piezas que resistan el paso del tiempo y tengan la capacidad de transformarse a su paso. Este es el discurso sostenible de Corsicana, una firma que no cree en las colecciones al uso, sino en capítulos de moda que cuentan una historia. La diseñadora detrás de este proyecto es Paula Currás, una arquitecta que encuentra la inspiración en los espacios más insospechados; sin ir más lejos, el armario de su abuela.

    Paula Currás (Gijón, 1989) entiende la moda a partir de historias que emergen de lugares. La atracción que la creadora siente por los escenarios deriva, en parte, de su faceta como arquitecta, profesión que compagina con la de diseñadora. Dos ámbitos que se retroalimentan y desde los que mana una firma de costura con un enfoque slow alejado del flujo rápido de las cadenas de moda.

    La diseñadora Paula Currás. / Foto: Iberia.

    Su narrativa se elabora a partir de capítulos protagonizados por piezas esenciales para un armario consciente y meditado, todas ellas con la capacidad de perdurar en el tiempo e, incluso, transformarse a su paso. Una perdurabilidad arraigada en el pasado y articulada desde el enfoque innovador de su creadora. La fabricación artesanal en talleres de Madrid y Asturias es el vehículo que sustenta su discurso sostenible. “Es algo que surgió de forma natural, por tener cercanos los procesos y poder aprender de ellos, aunque con el tiempo ha tenido más significado para la marca que en un principio. Ahora somos más conscientes de que respetar ciertos tiempos de producción y conocer de dónde vienen las cosas es algo que hay que valorar”, matiza Currás.

    ¿Cuándo comenzaste a sentir conexión con la moda?
    – Desde pequeña sentí mucha curiosidad, me fijaba en la forma de vestir de los demás y en mi entorno familiar se hablaba mucho de diseñadores y de tendencias. Pero no fue hasta después de terminar la universidad cuando decidí lanzar la marca. En esa época era muy impaciente y durante los primeros años de realidad profesional sentía que ciertos proyectos requerían meses, incluso años, y que muchas veces no veías el resultado final. Comencé a fijarme en otros proyectos con tiempos más cortos, a los que dedicaba mi tiempo libre, y me encontré dibujando cosas a las que no estaba acostumbrada y que acabarían siendo las piezas de mi primera colección.

    Corsicana me hace sentir más libre porque solo depende de mí, de hasta dónde quiera llevarlo

    ¿En qué te ha ayudado tu formación como arquitecta?
    – Me ha ayudado muchísimo en los estadios de inspiración y creación, que son procesos bastante similares en ambas disciplinas aunque luego haya muchas diferencias en cómo llevarlos a cabo. Corsicana me hace sentir más libre porque solo depende de mí, de hasta dónde quiera llevarlo, y la arquitectura me ayuda a racionalizar y organizar.

    De hecho, continúas ejerciendo como arquitecta, ¿cómo aplicas el talento adquirido en ambos escenarios?
    -Hace dos años decidí continuar también con la arquitectura y hay ciertas etapas en las que ambas disciplinas son capaces de retroalimentarse. La arquitectura la trabajo desde la libertad y el diseño, y a Corsicana, que intenta escapar de la rigidez, esto le aporta más inspiración y referencias.

    En Corsicana hablais de “capítulos de moda”, no de colecciones, ¿cómo se desarrollan?
    -Corsicana cuenta historias sobre espacios y eso lo utilizo para acotar el proceso creativo. Hay un detonante, que puede ser una imagen o un impulso, y el planteamiento es cualquier cosa que me inspire —una película, un viaje, algún hecho autobiográfico, etc.—, la cual ya pone nombre a la colección. El nudo puede ser una prenda, un color o algo que encaje con el concepto; y el desenlace cómo te gustaría presentarlo, qué imagen, lugar o canción la acompaña o qué atmósfera darle. De todo eso, a veces solo tengo claras un par de cosas y entonces voy rellenando los espacios en blanco hasta que le encuentro sentido a todo.

    Has dicho que el origen de tus “capítulos de moda” puede estar en una canción o en una imagen, ¿cuáles son tus inspiraciones más recurrentes?
    -Me fijo mucho en el diseño y en los espacios, en las obras arquitectónicas de Carlo Scarpa o en las películas de Dario Argento, por ejemplo. De hecho, la atmósfera de sus filmes fue una inspiración clave en mis primeras colecciones.

    Uno de los argumentos creativos de Corsicana, el made to order, encuentra cierta conexión con el armario de tu abuela, ¿puedes explicárnoslo?
    -Ella confeccionaba toda su ropa, pero tenía una forma muy particular de hacerlo. Había creado dos patrones y sobre ellos establecía variaciones muy sutiles, era su forma de innovar y adaptarse a las tendencias. Las variaciones eran largos, colores o estampados, pero siempre eran tres piezas: falda, chaleco y chaqueta. Por una parte, optimizaba recursos porque no necesitaba más y se sentía muy cómoda. Asimismo, el esfuerzo y la ilusión de realizar ella misma las piezas hacía que las valorase más y solo producía lo que necesitaba. Desde hace un tiempo, Corsicana ha implantado procesos similares.

    ¿Esta filosofía de moda replantea el concepto sobre cómo vestir?
    -De alguna manera sí, se trataría de un gesto más pensado, más especial. Con los años he perdido impulsividad en las compras, es decir, sigo adquiriendo piezas, pero el margen de error se ha reducido mucho y también consumo más prendas que hayan tenido una vida anterior. En cualquier caso, no creo que solo exista un tipo de filosofía de moda o que haya unos canales de compra correctos, tiene que ver más con el uso de las prendas y con cuánta vida o valor le damos.

    Los tiempos son cada vez más frenéticos, pero en el fondo nos gusta aferrarnos a algo que nos acompañe en el tiempo

    Entonces, ¿cuáles son las ventajas del made to order?
    -Si algo no se ha producido, puede modificarse. No se trata de hacer algo a medida, pero sí de incorporar ligeras variaciones a los patrones para que las clientas se sientan más representadas. Ese grado de personalización hace que las prendas se valoren más.

    Ofrecéis un servicio a vuestras clientas ideado para alargar la vida útil de las prendas, ¿es vuestra propuesta de moda sostenible?
    -Cuando adquieres un modelo PREVIO, como lo llamamos en la marca, puedes visualizar sus posibilidades de futuro en una ficha que lo acompaña cuando se compra directamente en Corsicana. Por ejemplo: un vestido largo al bies se puede convertir en un midi con una manga corta aprovechando la sisa e incorporando unas plumas. No hace falta que lo hagas con nosotras, pero sí mostramos cómo puede evolucionar el modelo.

    En estos momentos todo el mundo habla de sostenibilidad, pero ¿qué atributos debe tener esta palabra para dotarla de significado?
    -Creo que está ligada a la atemporalidad de las cosas. Siento que hay un gran dilema entre la perdurabilidad de las mismas y lo rápido que avanza todo a nuestro alrededor. Los tiempos son cada vez más cortos, más inmediatos y más frenéticos, y exigimos cambios rápidos. Pero, en el fondo, nos gusta aferrarnos a algo que nos acompañe en el tiempo y nos ayude a tomar tierra. La sostenibilidad, por tanto, ha de estar relacionada con discursos sólidos, honestos y transparentes.

    Fuente: Iberia