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    Ratones con parálisis vuelven a caminar tras inyectarles un nuevo fármaco

    Redacción

    Curar la parálisis es una meta de larga data de la medicina. Ahora, un gel, con nanofibras 10.000 veces más estrechas que el cabello humano, que estimula la regeneración de los nervios ha mostrado ser prometedor.

    Científicos estadounidenses han desarrollado un nuevo tipo de medicamento que promueve la regeneración de células y revirtió la parálisis en ratones con lesiones en la columna vertebral, permitiéndoles caminar de nuevo tras cuatro semanas de tratamiento.

    La investigación fue publicada en la revista Science el jueves y el equipo de la Universidad de Northwestern que la llevó a cabo espera presentar su tratamiento el próximo año ante la agencia estadounidense de medicamentos, la FDA, para proponerle hacer pruebas en humanos.

    “El objetivo de nuestra investigación fue desarrollar una terapia transferible que pudiera ser usada en los hospitales para evitar la parálisis en personas que hayan sufrido traumatismos mayores o enfermedades”, dijo a la AFP Samuel Stupp, líder del estudio.

    “Moléculas bailarinas” reparan con éxito las lesiones graves de la médula espinal. Los axones regenerados (en rojo) volvieron a crecer dentro de la lesión.

    Curar la parálisis es una meta de larga data de la medicina y otras investigaciones novedosas en el campo incluyen tratamientos experimentales usando células madre para producir nuevas neuronas, terapia genética que ordena al cuerpo producir ciertas proteínas para ayudar a la reparación nerviosa o la inyección de proteínas.

    El equipo de Stupp, de su lado, empleó nanofibras para imitar la arquitectura de la “matriz extracelular”, una red de moléculas que se desarrolla naturalmente alrededor del tejido celular.

    Cada nanofibra es unas 10.000 veces más estrecha que el cabello humano y están hechas de cientos de miles de moléculas llamadas péptidos que transmiten señales para promover la regeneración de los nervios.

    La terapia fue inyectada en forma de gel al tejido alrededor de la médula espinal de ratones de laboratorio 24 horas después de haberles realizado una incisión en sus columnas.

    El equipo decidió esperar un día porque los humanos que sufren heridas devastadoras en la médula por accidentes automovilísticos, disparos y otros motivos, también tardan en recibir tratamiento.

    Cuatro semanas después, los ratones que recibieron el tratamiento recuperaron su habilidad de caminar casi tan bien como antes de la herida. Y los que no lo recibieron, no.

    El impacto del tratamiento a nivel celular fue luego evaluado por el equipo, que encontró impresionantes mejoras en la médula espinal.

    Extensiones de neuronas llamadas axones se regeneraron y el tejido cicatrizante que puede actuar como una barrera física que impide la regeneración se vio significativamente disminuido.

    Incluso una capa protectora de axones importante para la transmisión de las señales eléctricas se reformó, se formaron vasos sanguíneos para llevar nutrientes a las células heridas y sobrevivieron más neuronas motoras.

    Una nueva terapia inyectable forma nanofibras con dos señales bioactivas diferentes (verde y naranja) que se comunican con las células para iniciar la reparación de la médula espinal lesionada. Ilustración de Mark Seniw.

    Un descubrimiento clave del equipo fue que crear una cierta mutación en las moléculas intensificaba sus movimientos colectivos y mejoraba su eficacia.

    Esto, debido a que los receptores en las neuronas están naturalmente en constante movimiento, según explicó Stupp, y aumentar el movimiento de las moléculas terapéuticas con las nanofibras ayuda a conectarlas de forma más efectiva con sus objetivos en movimiento.

    Los investigadores incluso probaron dos versiones del tratamiento –una con la mutación y otra sin ella– y encontraron que los ratones que recibieron la versión modificada recuperaron más movilidad.

    El gel desarrollado por los científicos es el primero en su tipo, pero podría dar pie a una nueva generación de medicamentos conocida como “drogas supramoleculares”, porque la terapia es una unión de varias moléculas en lugar de una sola, dijo Stupp.

    Stupp dijo que espera que puedan pasar rápidamente a los estudios en humanos sin la necesidad de hacer más pruebas en animales, como monos. Esto, debido a que el sistema nervioso es muy similar entre especies mamíferas y “no existe nada para ayudar a pacientes con heridas de la médula espinal, lo que es un gran problema”.

    Según estadísticas oficiales, cerca de 300.000 personas viven con lesiones en la médula espinal solo en Estados Unidos. Su esperanza de vida es menor que la de personas sin este tipo de heridas y no ha mejorado desde los años 1980.

    Fuente: Dw