Redacción
La energía solar es la fuente renovable más significativas: en 2019 representó el 2,7% de la electricidad generada en todo el mundo, según datos de BNEF. En España, la fotovoltaica supuso ese año el 3,5% de la energía generada.
Su importancia no ha parado de crecer: en los pasados meses de junio y julio el 10% de la producción total en la Unión Europea provino de la energía solar, con España a la cabeza con un 16%, según registra Ember.
Pero no solo de paneles en tejados y de grandes plantas fotovoltaicas vive esta energía limpia: en los últimos tiempos han surgido alternativas como la pintura solar o los pavimentos solares, producidos por una empresa húngara que aprovecha para su fabricación los residuos plásticos.
Miklós Illyés es uno de los tres amigos húngaros a los que se les ocurrió la idea en 2015. Explica que no es un producto destinado a sustituir los tradicionales paneles solares en el techo, sino como esfuerzo complementario. Sus pavimentos solares pueden llegar a “donde no hay otros recursos energéticos disponibles”.
Tal y como explican desde Euronews, la empresa Platio tiene como propósito utilizar sus suelos fotovoltaicos para alimentar edificios y dispositivos electrónicos, entregando energía solar «a lugares donde antes no era posible».
Su funcionamiento es muy interesante: aprovechan plástico que no sería reciclable para producir los ladrillos sobre los que se insertan los paneles solares. Un metro cuadrado de pavimento solar emplea el equivalente a 400 botellas de plástico.
La mezcla es más duradera que otros materiales de la industria de construcción de carreteras.
Aunque su invención no se destina a vehículos, sino a humanos, el suelo solar soporta fácilmente el peso de un camión pesado.
Una de las propiedades más interesantes del pavimento solar es su capacidad para llegar a rincones difíciles, como estados sureños de Estados Unidos donde es complicado instalar un panel solar debido a la amenaza de tornados.
Una unidad de panel solar proporciona aproximadamente 20 vatios de energía. Esto quiere decir que una superficie de 20 a 30 metros cuadrados puede proporcionar suficiente energía para una casa familiar estándar en el clima húngaro.
Aunque su invención no se destina a vehículos, sino a humanos, el suelo solar soporta fácilmente el peso de un camión pesado.
Fuente: Msn