Sign Up To The Newsletter

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetuer adipiscing elit, sed diam nonummy nibh euismod tincidunt ut laoreet

    La entrañable historia de Moha

    El joven inmigrante, de Guinea-Conakri, se jugó la vida hasta siete veces en el mar hasta llegar a España

    Redacción

    La vida de Mohamed Saliou es una historia de desesperación, lucha y de un final feliz. Moha quiere ser médico; un futuro que no tendría en su país. Su historia también se cruza con la de Pilar, profesora que encontró en él una asignatura pendiente: “Moha, al cumplir los 18 años quedaría ya fuera del sistema de protección de menores y necesitaba ayuda para seguir estudiando, que era lo que el tenía muy claro que quería hacer”, cuenta.

    Saliou decidió emigrar de Guinea-Conakri por la mala situación que había en el país, con varios golpes de Estado e inestabilidad. Ante la incredulidad de sus padres, él fue viajando en diferentes transportes hasta llegar a Malí, donde comenzó su aventura.

    Te puede quitar la vida en un momento, en un segundo. He perdido muchos amigos, pero eso me hizo fuerte también, porque ellos han muerto, yo sí estoy vivo y estoy donde he querido llegar

    Mohamed Saliou

    Sólo recuerda la hambruna y la pobreza que había en Guinea-Conakri. Cuando decidió marcharse de allí, tuvo que enfrentarse a un largo camino. Llegó hasta Argelia, de ahí se fue a Marruecos hasta llegar a España en una patera.

     Tuvo que buscar diferentes trabajos en Marruecos para tener la oportunidad de llegar a España. Saliou recuerda que -con tan solo 15 años- llego a pagar 1.500 euros, el billete que le llevó a Motril.

    Después, lo trasladaron a Padules (Almería). Allí todo cambió cuando entró en el instituto y conoció a Pilar, su profesora.

    “Lo veo que está feliz. Estoy muy contenta de haberle podido ayudar, de contribuir a su felicidad y a la de su familia, que está también mucho más tranquila desde que está conmigo”.

    El entorno de Pilar se ha volcado con él: los hijos de sus amigos, nuevos hobbies y una segunda familia, hasta convertirse en una pieza fundamental.

    Tengo una madre que me parió y tengo una que me ha cuidado; que me ha cuidado en otras circunstancias que yo más necesitaba. Eso significa mucho para mí, y yo la quiero.

    Ahora, Moha es celador del Hospital Vithas de Almería. “Lo mejor que me podía pasar era ella. Tengo una madre que me parió y otra que me ha cuidado en otras circunstancias en las que yo más lo necesitaba. Eso significa mucho para mí y la quiero”, apunta el joven. Porque, a veces, algunas historias sí tienen un final feliz.

    Fuente: telecinco