Redacción
Si los científicos que estudian astronomía tuvieran que elegir un solo planeta para estudiar, probablemente muchos de ellos se decantarían por Marte. Una de las principales razones es que se trata del cuerpo planetario más similar a la Tierra, por lo que es uno de los lugares de la Vía Láctea en los que más probable que la vida se haya podido abrir paso.
Además, Marte es relativamente cercano a nuestro planeta, con una distancia promedio de 225 millones de kilómetros. No obstante, la cifra varía (crece y decrece) dependiendo del lugar de la órbita en el que se encuentre cada uno de los dos planetas.
Tal y como recoge Viajar, uno de los descubrimientos más importantes que se han llevado a cabo en Marte es el del Monte Olimpo, que está considerada como la montaña más alta de todo el Sistema Solar.
Su altitud es de 22 kilómetros, muy superior a la de la montaña más alta de la Tierra, el Monte Everest (8,8 kilómetros). Además, una de las peculiaridades del Monte Olimpo es que se trata de un volcán.
Un volcán que continúa activo
Los astrónomos calculan que el Monte Olimpo se formó durante la Era Amazónica, un periodo que se inició hace 1.800 millones de años. El volcán se encuentra en el hemisferio occidental de Marte y es uno de los más jóvenes del planeta.
De hecho, el volcán sigue activo en la actualidad, tal y como comprobó la NASA en uno de sus últimos estudios en el que encontró un río de lava fluyendo desde el volcán.
Más allá de su incomparable altitud, su longitud también impresiona. Cuenta con un radio de 600 kilómetros y una superficie de 283.000 kilómetros cuadrados.
Fuente: HuffPost