Logró abrir la primera y única escuela de música de la isla para que los niños nativos no tuvieran que viajar para estudiar, como tuvo que hacer ella
Redacción
Desde que pasó su infancia en la remota isla de Pascua, Mahani Teave, una de las pianistas más virtuosas de la historia reciente de Chile, no ha permitido que nada la aleje de sus raíces, ni siquiera la fama mundial. La artista regenta ahora la primera academia de música para niños en la isla.
Entre las playas tropicales y los turísticos moáis de la Isla de Pascua, ubicada en la Polinesia, a 3.600 kilómetros del continente, creció esta artista que ahora tiene 38 años y cuyo último disco Rapa Nui Odyssey fue número uno este año en la clasificación Billboard de música clásica, un logro para ella “inimaginable”. “Mi mejor legado es haber logrado unir a tanta gente de todo el mundo en un proyecto tan hermoso como esta escuela. Ha sido un sueño”, afirma la pianista, cuya vida inspiró recientemente el documental Song of Rapa Nui, nominado a un Emmy.
Teave se pasó toda su juventud formándose para ser una erudita concertista, pero justo cuando estaba coqueteando con la fama decidió dejarlo todo para cumplir su sueño: abrir la primera y única escuela de música de la isla para que los niños nativos no tuvieran que viajar para estudiar, como tuvo que hacer ella. “La música es una de las cosas que más profundo cavan en el alma de los niños y que más los marcan y cambian sus vidas”, afirmó durante la entrevista.
En Rapa Nui -el verdadero nombre de la isla de Pascua-, muchos niños “no tienen los recursos necesarios o los instrumentos” y con este centro educativo pueden disfrutar de clases de piano, violín, cello e instrumentos tradicionales como el ukele, relató.
Desde 2015, Toki Rapa Nui -así se llama la academia- se erige sobre una colina de la isla construida con materiales reciclados y equipada con salas de ensayo, un estudio, un auditorio y hasta un huerto ecológico a disposición de los más jóvenes.
SALTO A LA FAMA
Teave, de padre pascuense y madre estadounidense, nació en Hawái y se mudó a Rapa Nui con tan solo un año. Allí se interesó pronto por la música y, gracias a una profesora alemana exiliada y al pianista chileno Roberto Bravo, pudo formarse primero en Chile y luego en el extranjero.
Tras 10 años por Europa y Estados Unidos, la pianista volvió a la isla que la vio crecer donde conoció al magnate americano David Fulton, un exviolinista de la Sinfónica de la Universidad de Chicago, que llegó como turista en un crucero y la convenció para que grabara su primer disco. En ese entonces, la joven ya había ganado el Concurso Internacional Claudio Arrau y había recibido el galardón del Instituto de Música de Cleveland (Estados Unidos), pero nunca había entrado a un estudio de grabación.
Poco tiempo después, contó Teave, comenzó a grabar en Estados Unidos su primer y único LP hasta la fecha, “Rapa Nui Odyssey”, que se publicó el pasado enero con una mezcla de temas de Liszt, Chopin y hasta un canto ancestral rapa nui, y que se ha convertido en un éxito internacional. “Este proyecto ha permitido que algunas personas de la isla se interesen por la música clásica y también que la música rapa nui empiece a ser escuchada en el continente”, señaló
En 2016, fue una de 11 rapanui que establecieron la Fundación Toki, una organización cultural que mezcla la educación clásica, tradicional y ecológica para ofrecer oportunidades a la juventud isleña en una sociedad que es fuertemente dependiente del turismo.
Aunque en su carrera ha tocado en algunas de las salas de concierto más famosas del mundo, fue la vulnerabilidad de su cultura y la falta de oportunidades en la isla lo que le hizo regresar a Rapa Nui en 2012 para fundar una escuela de música.
Siento que los niños rapanui aprenden a caminar sólo para poder bailar y hablan para poder cantar
“Mientras estaba en el extranjero, pensaba mucho sobre el alcoholismo, el abuso de drogas y otros problemas sociales que hay en Rapa Nui, y como todos estos tenían mucho que ver con la falta de oportunidades”, cuenta. “En mi mente pertenecía a una cultura que estaba en vías de extinción y siempre sentí que debía haber una escuela de música en la isla”
La Isla de Pascua, o Rapa Nui, es una de las islas habitadas más remotas del mundo, un pequeño territorio de 164 kilómetros cuadrados en el Pacífico Sur.
La tierra más cercana es la isla Pitcairn, un territorio británico de ultramar, a 2.000 km de distancia; y Chile -que tiene jurisdicción sobre Rapa Nui desde 1888- que se encuentra a 3.800 km al este.
Las praderas ondulantes que se extienden hacia abajo desde el lomo volcánico están salpicadas con más de 900 moai, las figuras monolíticas de piedra con las que la isla se ha hecho famosa en todo el mundo.