Redacción
En los comienzos de la era espacial, los astronautas de Apolo participaron en un plan visionario: traer a la Tierra muestras del material de la superficie lunar, conocido como regolito, para estudiarlo con equipos de última generación y guardarlo para futuras investigaciones aún no imaginadas. Cincuenta años después, en los albores de la era Artemis y del próximo regreso de astronautas a la Luna, tres de esas muestras se han utilizado para cultivar plantas con éxito. Por primera vez, los investigadores han hecho crecer la resistente y bien estudiada Arabidopsis thaliana en regolito lunar, pobre en nutrientes.
Esta investigación es fundamental para los objetivos de exploración humana a largo plazo de la NASA, ya que tendremos que utilizar los recursos encontrados en la Luna y Marte para desarrollar fuentes de alimentos para los futuros astronautas que vivan y operen en el espacio profundo.
Esta investigación fundamental sobre el crecimiento de las plantas es también un ejemplo clave de cómo la NASA está trabajando para lograr innovaciones agrícolas que podrían ayudarnos a entender cómo las plantas podrían superar las condiciones de estrés en zonas con escasez de alimentos aquí en la Tierra.
Científicos de la Universidad de Florida han hecho un descubrimiento decisivo -en gestación desde hace décadas- que podría permitir la exploración espacial y beneficiar a la humanidad. “Aquí estamos, 50 años después, completando experimentos que se iniciaron en los laboratorios [de la era] Apolo”, dijo Robert Ferl, profesor del departamento de Ciencias Hortícolas de la Universidad de Florida, en Gainesville, y autor para la correspondencia de un artículo publicado el 12 de mayo de 2022 en Communications Biology. “Primero nos preguntamos si las plantas pueden crecer en el regolito. Y segundo, cómo podría eso ayudar algún día a los humanos a tener una estancia prolongada en la Luna”.
Las plantas pueden crecer en el regolito lunar. No son tan robustas como las plantas cultivadas en suelo terrestre, o incluso como las del grupo de control cultivadas en un simulante lunar hecho de ceniza volcánica, pero sí crecen.
La Arabidopsis thaliana, originaria de Eurasia y África, está relacionada con las hojas de mostaza y otras verduras crucíferas como el brócoli, la coliflor y las coles de Bruselas. También desempeña un papel clave para la comunidad científica: debido a su pequeño tamaño y a su facilidad de crecimiento, es una de las plantas más estudiadas del mundo, utilizada como organismo modelo para la investigación en todas las áreas de la biología vegetal.
Para cultivar la Arabidopsis, el equipo utilizó muestras recogidas en las misiones Apolo 11, 12 y 17, con solo un gramo de regolito asignado a cada planta. El equipo añadió agua y luego semillas a las muestras. A continuación, colocaron las bandejas en cajas de terrarios en una sala limpia. Añadieron una solución nutritiva diariamente.
“A los dos días, ¡empezaron a brotar!”, dijo Anna-Lisa Paul, que también es profesora de Ciencias Hortícolas en la Universidad de Florida, y la autora principal de la investigación.
Esta investigación abre la puerta no solo a que algún día se puedan cultivar plantas en hábitats de la Luna, sino a una amplia gama de preguntas adicionales. ¿Puede la comprensión de los genes que las plantas necesitan para adaptarse al crecimiento en el regolito ayudarnos a entender cómo reducir la naturaleza estresante del suelo lunar? ¿Son los materiales de diferentes zonas de la Luna más propicios para el cultivo de plantas que otros? ¿Podría el estudio del regolito lunar ayudarnos a comprender mejor el regolito de Marte y, potencialmente, a cultivar plantas en ese material también? Todas estas son preguntas que el equipo espera estudiar a continuación para apoyar a los futuros astronautas que viajen a la Luna.
Fuente: http://ciencia.nasa.gov