La diseñadora tinerfeña, premio de la Unesco a la Protección del Patrimonio Intangible de las Civilizaciones Antiguas con su firma Lucía de Su, prepara una nueva línea de bolsos de lujo confeccionados con telas de Malí y el Congo
Mónica Ledesma / Noticias Positivas
El corazón de África late con fuerza envuelto entre telas, rafias y algodones que no solo enhebran colores, sino que cuentan historias y comunican, a través de la ropa, la posición social de quienes las llevan. Voces y tradiciones milenarias que, tejidas de generación en generación, han sido rescatadas por la diseñadora tinerfeña Lucía Suñer para adaptarlas a la moda europea, dando así origen a una firma que, bajo el nombre Lucía de Su, se inspira en esta esencia tribal para vestir a la mujer actual. Una defensa de las telas ancestrales que ha sido reconocida por la Unesco, erigiéndola como la única marca de ropa del mundo que cuenta con este importante galardón.
Lucía Suñer se adentró en el mundo de la moda por casualidad, pues su trayectoria profesional ha estado siempre vinculada al mundo creativo. Tras licenciarse en Arte y Anticuariado, empezó su colaboración con galerías contemporáneas como la ISY Brachot en Bruselas, Jorge Alcolea y Nieves Fernández en Madrid, Leyendecker en Tenerife o Cleto Polcina en Roma. Además, fue directora de las galerías de arte Contemporáneo KU de Ibiza.
Más adelante, los diseños de los grandes joyeros italianos se cruzaron en su camino, avivando su interés por la moda, una mezcla de estos dos mundos que se entrelazaron en su corazón, llevándola a especializarse en la búsqueda de nuevos retos. Su pasión se haría realidad cuando un día fue de vacaciones a Kenia y finalmente decidió establecer allí su residencia. A este país africano le debe, por tanto, su fuente de inspiración y vocación, pues entre sus dorados atardeceres nació hace 30 años su firma Lucía de Su.
“Mis tejidos comunican la cultura ancestral de África. Empecé a diseñar toallas con kikoys, que son tejidos de algodón, artesanales, de colores muy vivos, que utilizan los hombres en la costa del país. Luego me decidí por hacer ropa con las telas que usan las mujeres, denominadas kangas, y que son piezas rectangulares, muy artísticas, con un recuadro interior en el que va estampado un proverbio escrito en Ki-Swahili”, explica la diseñadora.
“A través de estas frases impresas en las telas, la mujer conecta con su entorno y habla a través de ellas, es decir, las necesita para vivir, desde que nace hasta que muere. Cuando llega al mundo una mujer en Kenia, las telas que se emplean para los partos son los kangas, los cuales luego pasan de generación a generación. Piezas que, con mensajes diferentes, ya envolverán a esa mujer durante el resto de su vida. Es por ello que cada tres semanas salen al mercado diferentes telas con mensajes personalizados, unas planchas que luego se destruyen convirtiendo a los kangas en modelos únicos”, detalla Lucía Suñer.
Una curiosa tradición que llamó la atención de la creadora y la llevó a profundizar en esta ancestral costumbre que envuelve de mensajes el cuerpo de las keniatas, rescatando así unos valores tribales que la hicieron ser reconocida por la Unesco en 2011, cuando este organismo internacional premió a la tinerfeña por su labor en dar a conocer al resto del mundo, a través de la moda, el valor de las tradiciones de estas telas africanas que transforman a las mujeres en el soporte humano de la voz de un país.
Los kangas datan de finales del 1800, lo cual demuestra que detrás del colorido o del mensaje que llevan impreso, la mujer en Kenia tiene un gran poder, “pues mientras en esta época en Europa las mujeres no tenían derechos, en cambio en este país africano eran ellas quienes transmitían la voz del pueblo en su caminar”, resalta la creadora, quien además matiza que las frases estampadas en esta telas no son proverbios que se puedan traducir literalmente sino que hay una historia detrás de cada. “Por ejemplo, cuando la mujer se enfada con su pareja se pone un mensaje para indicar que está abierta a hacer las paces o, en cambio, si le da la vuelta a la tela el significado es lo contrario”, comenta.
Su idea de convertir estas telas en moda europea para seguir preservando parte de la cultura africana fue lo que despertó la atención de la Unesco, galardonando a la creadora por promover la protección del Patrimonio de Culturas Ancestrales y con el objetivo de que estas telas se conviertan en Patrimonio Intangible de la Humanidad. Un reconocimiento que no solo dio valor al proyecto de Lucía Suñer, sino que la llevó a seguir investigando los tejidos ancestrales africanos, recorriendo el continente y conociendo la variedad de telas de cada lugar para plasmarlas en sus colecciones.
“Ahora tengo en marcha un nuevo proyecto con mi firma, que sigue asociada al colectivo Tenerife Moda del Cabildo, y la cual espero que pueda ver la luz en breve. Preparo junto a artesanos de Ubrique una pequeña colección de bolsos de lujo confeccionados con telas del Congo y Malí, tejidos curiosos que también van aparejados a la historia de África Occidental”, matiza. En este sentido, la diseñadora utilizará una tela congoleña, la cual se elabora con rafia trenzada por los hombres y que luego bordan las mujeres, logrando una fusión de colores y texturas muy bonitas y llamativas.
Los bolsos de la nueva línea de Lucía de Su rescatan telas étnicas como el bogolán de Malí o tejidos de rafia del Congo
Por otra parte, los bolsos contarán con otro curioso tejido, el bogolán de Malí, también llamado tela de barro, que consiste en un tejido ancestal hecho a mano en tela de algodón con arcilla y tintes naturales. El bogolán se remonta a la etnia Bambara y se fabrica con tiras alargadas de algodón que son previamente tejidas de manera tradicional y después son cosidas unas con otras. Una vez finalizado, se cuece el tejido mezclándolo con hojas maceradas a modo de tinte vegetal.
“Hace 20 años trabajé con estas telas ancestrales, las cuales he decidido ahora rescatar para dar forma a una línea de bolsos que consistirá en cuatro o cinco modelos exclusivos, con herrajes de alta gama, donde destacarán los clutchs, carteras y bolsos de viaje, y que ahora se encuentran en fase de elaboración por artesanos especializados que, además, trabajan para otras firmas reconocidas como Carolina Herrera”, subraya Lucía Suñer.
Nuevos proyectos que se añadirán a sus propuestas actuales de ropa femenina que, debido a la crisis sanitaria, se han transformado ahora en confecciones a medida y por encargo, bien a través de su punto de venta en Tenerife o por la página web de la firma. “Las ventas han disminuido por la pandemia, pero siguen llegando pedidos de diseños personalizados que atiendo y cuya fabricación se realiza en la Isla”, indica.
No obstante, la diseñadora puntualiza que por suerte, antes de que se paralizara toda la actividad pudo realizar un gran pedido de estas telas exclusivas a África, “lo que me ha ayudado para continuar vendiendo en este tiempo mis diseños. Mi intención es cuando toda esta situación se normalice, poder abrir puntos de venta en hoteles de lujo del continente africano, así como en países como Bélgica y Luxemburgo, donde la vinculación con África sigue siendo palpable”.
Pespuntes de antiguas civilizaciones que se transforman en moda etno-chic inspirada en las pasarelas de alta costura pero sin perder un ápice de la esencia africana gracias a utilizar las telas como medio de comunicación. Por ello, las recientes colecciones de la firma siguen apostando por el tailor made, los volúmenes y las transparencias, fusionando estos coloridos tejidos con sedas, organzas y gasas en unas combinaciones de texturas, colores y decoraciones que recuerdan a las tierras de África a través de vestidos, blusas, shorts, monos, kaftanes, abrigos y trajes.
Prendas únicas, alegres y llamativas que defienden la historia y las tradiciones brotando del diseño de esta anticuaria y decoradora que muestra al mundo el corazón de África a través de la moda. Diseños que transmiten mensajes, emociones y sentimientos para envolver el cuerpo de la mujer europea de cultura tribal.