Redacción
Dory, la amiga de Nemo, sufría de amnesia en la famosa película de dibujos animados. Pero lo cierto es que siempre se ha vinculado la falta de memoria a los peces. Aspectos vinculados a ciertas capacidades de los animales que han sido objeto de controversias y de debates en el mundo científico.
Los peces son animales vertebrados, lo que quiere decir que hay ciertos rasgos que comparten con todas las especies que forman este grupo. Así, estos animales acuáticos poseen ciertas características básicas de los vertebrados más evolucionados. En lo que respecta a la memoria y al aprendizaje, la literatura científica afirma que, sin duda, ambos son aspectos presentes en los peces y en forma equiparable a otros vertebrados más evolucionados.
Además de los diversos estudios que se han realizado comprobando esta afirmación, una forma práctica de observar que los peces tienen memoria es familiarizándolos con rutinas de alimentación, es decir, ofreciéndoles comida en un mismo lugar y a una misma hora.
Comprobaremos que los peces responden acudiendo en ese justo momento para comer, lo que lleva a pensar que es consecuencia de su capacidad de memoria. Por otro lado, se ha comprobado en ciertas especies de peces que, si son atrapados por un anzuelo del que logran liberarse, son capaces de reconocer esta trampa posteriormente, evitando así volver a caer ella.
Los peces disponen de un complejo sistema sensorial, como demuestran los tiburones, sin duda vinculado al tipo de hábitat en el que viven, ya que para desarrollarse adecuadamente se requieren estrategias anatómicas y fisiológicas. Los ejemplos de memoria mencionados nos permiten precisar que la memoria está vinculada a las capacidades sensoriales. En otras palabras, los peces recogen información del medio y la utilizan para crear mapas mentales que les permiten orientarse espacialmente, desplazarse, ubicar rutas de escape ante depredadores o reproducirse.
Esta capacidad de memoria se ha atribuido al telencéfalo, una estructura cerebral con distintos niveles de desarrollo según el grupo de vertebrados. En este sentido, las investigaciones realizadas sobre la memoria de los peces han permitido establecer qué aspectos bioquímicos, morfológicos y ecológicos están vinculados a esta capacidad y al telencéfalo.
¿Por qué se dice que los peces no tienen memoria?
Existía la idea generalizada y errónea de que los peces no tenían memoria, probablemente porque estos animales pertenecen a los vertebrados más primitivos en la escala evolutiva. Por ello se les habían atribuido unas capacidades cerebrales limitadas, lo que incluía la memoria.
Pero esta creencia, como se ha demostrado, no deja de ser un mito, que se ha propagado en el imaginario colectivo, como demuestran las bromas relativas a su inexistencia de memoria. Hoy en día, como hemos explicado, este mito puede ser refutado gracias a las evidencias aportadas por las investigaciones científicas.
Como curiosidad, puede afirmarse que estos animales incluso poseen un sistema sensorial más complejo que el de los humanos. No son pocas las especies de peces capaces de percibir estímulos olfativos, visuales, auditivos, partículas disueltas en el agua, como la sangre en el caso de los tiburones, y frecuencias electromagnéticas. Todos estos aspectos hacen posible otro rasgo presente en ellos, que es la individualidad de respuesta ante ciertas situaciones, por ejemplo, de estrés.
¿Cuánto dura la memoria de los peces?
La memoria de los peces puede tener distinta duración, dependiendo del acontecimiento con el que se relacione. En este sentido, existen referencias que indican que los peces evitan durante meses acercarse a un anzuelo si han tenido una experiencia previa negativa con él. Este planteamiento nos lleva a otro aspecto importante, que es que la memoria en los peces se vincula también con el aprendizaje de ciertas conductas, en este caso la de evitar ser víctima de un anzuelo.
Por otro lado, algunas especies logran reconocer a miembros de su grupo hasta por unos siete días consecutivos y en el caso de individuos de otras especies con los que hayan tenido algún enfrentamiento se afirma que los recuerdan hasta por tres meses.
También se ha evidenciado que los peces logran recordar estímulos negativos experimentados en un área determinada, por lo que evitan aproximarse a ella. Adicionalmente, en algunas especies se ha observado que si un pez ve a otros dos enfrentándose, evitará acercarse al ganador. Todos estos aspectos, sin duda, se vinculan con la memoria a corto y a largo plazo presente en estos cordados.
A modo de conclusión, este tipo de estudios, igual que los relativos a la capacidad de sentir dolor, son importantes para promover el respeto que hay que tener a todos los animales, no tanto por su similitud a los humanos en algunos rasgos, sino más bien por las características intrínsecas a su especie que los definen como seres vivos.
Fuente: Experto Animal.