La diseñadora chilena Paula Matthei crea una colección nupcial realizada con retales de tejidos para las mujeres más románticas y sensuales
Redacción
Teniendo en cuenta que Paula Matthei creó su propio vestido de novia con una colcha antigua de su familia, es natural que mantenga esa filosofía en sus colecciones. “Me gusta mucho viajar a Francia a buscar piezas antiguas y restos de los grandes diseñadores, donde encuentras cosas de alta calidad y únicas, además es una manera de hacerlo un poco más sostenible, que es algo complicado de lograr en su totalidad en el mundo de los vestidos de novia”, contó en una entrevista para Vanitatis.
De esos tejidos, mejor dicho, de retales, se nutre la nueva línea de vestidos nupciales que acaba de presentar y que promete cautivar a las novias románticas desde su atelier de Madrid, ubicado en el Barrio de las Letras.
Se llama ‘El rincón de Alicia’ y en ella, la diseñadora chilena da rienda suelta a un mundo onírico que evoca a su infancia “Es la cuarta colección de la diseñadora y la que ha experimentado de una forma más personal e íntima; inspirándose en una casa familiar de Chile que construyeron sus antepasados alemanes en 1870 y los objetos que ahí todavía se encuentran”, cuentan desde la firma.
El nombre de la colección hace referencia al cuento de Alicia en el País de las Maravillas y a la infancia: la inocencia y la belleza que se esconde en el hecho de no ser aún consciente de la realidad que te rodea: “Alicia era perfecta, evoca al país de las maravillas, en este caso, sería mi mundo de las maravillas”, relata la diseñadora.
“Tiene papeles murales de flores y millones de objetos antiguos que pertenecieron a cinco generaciones de mi familia, están hasta los baúles con los que viajaron desde Alemania, mi tatarabuelo y sus hermanos. Tuve la suerte de vivir mi infancia en una caja de recuerdos de las diferentes generaciones que han pasado por ese lugar: cada puerta que abres es un tesoro de sorpresas”, detalla Paula.
Como avanzábamos, el 80% de la colección está confeccionada con restos de retales y telas, algunas antiquísimas, como la colcha del ajuar de su bisabuela, y otras más recientes de algunas de sus colecciones pasadas para armar sus nuevos vestidos de novia. “Diseñar con límites, esto es, con telas y retales de segunda mano a las que les das una segunda vida, alimenta tu creatividad; te hace tomar caminos que no son tan obvios y te sitúa ante desafíos técnicos que nunca hubieses unido antes”. De ahí que el patchwork sea otro de los protagonistas de la colección. “Tengo la suerte de tener a Victoria como jefa de taller, que es experta en patchwork. Gracias a eso pudimos utilizar hasta los pedazos de seda más pequeños”.
En la colección se despliegan vestidos de estética romántica que tienen la capacidad de transportarnos al pasado sin alejarnos del presente a través de prendas que juegan con los volúmenes y las texturas. “El corte imperial está presente en esta nueva línea buscando ese toque de vestido de muñeca. Utilizamos diferentes telas y estructuras: un cuerpo corsé con pliegues irregulares que le dan un toque teatral al vestido o un volumen exagerado justo debajo del pecho para recrear una silueta de algodón azúcar”.
Para la diseñadora, una de las piezas más especiales es una blusa confeccionada a partir de una tela familiar con más de 115 años de antigüedad y que nos devuelve, al principio de esta historia, a su vestido de novia. “Hice mi vestido de novia con la colcha antigua del ajuar de mi bisabuela y es la que hemos utilizado en este diseño”, nos cuenta.
A la hora de diseñar, Paula Matthei se inspira en recuerdos de su infancia. “Volvemos a esa primera etapa y esas cosas insignificantes que terminan siendo una parte importante de lo que te define como adulto”, termina.
Fuente: Vanitatis