El centro ha ganado el premio que libra la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA) y Systematic
Redacción
En Barcelona, en el distrito de Sant Martí, existe un pedazo de Macondo donde la semana pasada no dejaba de sonar el teléfono. Marimí Pons y sus compañeras descolgaban una y otra vez y mantienían la misma conversación en bucle. “¡Enhorabuena!”, se escucha. “Gracias, estamos contentas y emocionadas”, respondían ellas sin perder la sonrisa. No es para menos. La biblioteca en la que trabajan, la ‘Gabriel García Márquez’, ha sido reconocida este lunes como la mejor del mundo
La directora, Neus Castellano, y el gerente de Biblioteques de Barcelona, Ferran Burguillos, han dado la buena noticia a todo el equipo desde Rotterdam. Es allí donde la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA) y Systematic entregaron el galardón, por el que también competían la biblioteca Janez Vajkard Valvasor Krškov Public Library (Eslovenia), la City of Parramatta Library (Australia) y la Shanghai Library East (China).
“No teníamos tan claro que fuéramos a ganar. Nunca antes una biblioteca catalana y española había estado ni siquiera nominada. Además, si uno se fijaba en ediciones anteriores, las premiadas siempre eran bibliotecas de dimensiones gigantescas. No es que la Gabriel García Márquez sea pequeña, pues tiene casi 4.000 m² y es la tercera más grande de Barcelona, pero una de las nominadas, la de Shangai, de 110.000 m², es 38 veces la nuestra y, en vista de lo que ocurría años anteriores, pensábamos que el reconocimiento iba a caer en ella, aunque la eslovena era nuestra favorita. Se podría decir que hemos cambiado la tendencia”, apunta Castellano.
¿Qué es lo que hace entonces que una biblioteca pública se convierta en la mejor del mundo?. Ferran Burguillos lo tiene claro: “el impacto cultural y educativo que tiene en el barrio. Las actividades que se llevan a cabo, las formaciones y el proyecto de radio que se está trabajando con escuelas e institutos, entre otras cosas. Cada día se acercan una media de 1.100 personas y no es una casualidad”.
Por el impacto cultural y educativo que tiene en el barrio
FERRAN BURGUILLOS
SOSTENIBILIDAD
Otro de los aspectos que se han tenido en cuenta, añade el gerente de Biblioteques de Barcelona, son “la flexibilidad y la sostenibilidad del propio edificio. El uso de materiales que son reciclables, el bajo impacto en la huella de carbono, la flexibilidad y el diseño, que según las necesidades permite que cada persona encuentre su espacio idóneo”.
Sobre todo esto tiene mucho que decir Guillermo Sevillano, que junto a Elena Orte dirige SUMA Arquitectura, el estudio que ganó el concurso en 2015 y que hizo realidad la biblioteca. “La madera tiene un papel muy importante. Es un material que nos gusta mucho y utilizamos en muchos proyectos. Al final es CO₂ almacenado y tiene muchas prestaciones y beneficios: transpira, es térmico, cálido y acogedor”.
Fuente: La Vanguardia