Cuero vegano, goma de mascar, residuos cítricos, fibra de cactus o de piña y un largo etcétera se convierten en los nuevos materiales ecológicos que irrumpen en el mundo del diseño textil
Mónica Ledesma / NoticiasPositivas.press
Algodón, lino, seda o viscosa componen la gama tradicional de telas que han acompañado en sus versátiles formas a la moda a lo largo de los siglos. Pero el mundo cambia y nuevos tejidos creados por el impulso de la Investigación, el Desarrollo y la Innovación (I+D+i) se adentran con fuerza en el universo textil. Biomateriales, wearables, texturas recicladas y ecológicas se han aliado a las marcas para fusionar tecnología, diseño y creatividad en prendas únicas y respetuosas con el medioambiente. Frente a un sistema de producción en crisis, los diseñadores miran a la ciencia y a la naturaleza para adaptarse a una sociedad cada vez más concienciada por la sostenibilidad.
El slow fashion (o moda lenta) va abriéndose camino frente a la producción rápida (fast fashion), que perjudica nuestro planeta con tintes químicos, fibras de poliéster o cultivo de algodones. La industria de la moda comienza a adecuar sus productos a la demanda de los consumidores para iniciar una nueva era. Nike, Levi´s, Adidas, Zara, Armani, Gucci, H&M o Dolce & Gabbana, entre otras firmas, están fabricando prendas de vestir con texturas ECO, tales como el cáñamo para fabricar bolsos, algas para confeccionar pantalones, cajas de huevo que se transforman en trajes o fibra de soja para hacer mantas.
El mundo se sorprendió cuando en 1997 aparecieron los primeros wearables (tecnologías portátiles). Maggie Orth creó una chaqueta musical con una cazadora vaquera de Levi’s, fabricada con hilos conductores y dotada con minialtavoces y batería integrada, que se convirtió en un auténtico objeto de deseo. Esta prenda abrió un nuevo mundo de posibilidades a la moda, bajo ese anhelo de hacer la ropa más inteligente y menos dañina con el planeta. Algo que hoy en día, gracias a los avances de la nanotecnología, se ha ampliado a nuevos materiales más resistentes, inodoros, termorreguladores o termocrómicos que nos cubren la piel.
No obstante, la mayoría de las firmas ha encontrado el futuro de la moda en la biotecnología, lo que nos permite llevar materiales protocelulares vivos que se regeneran, que reaccionan a la luz, a las secreciones y al calor corporal o la contaminación externa. Nuevos tipos de textiles de fabricación innovadora que se transforman en prendas de moda a través de celulosa creada a partir de fermentación bacteriana, cuero de hongo hecho de inoculación de micelio, fibras hechas de proteínas sintetizadas o hilos creados de cactus o nopal.
Asimismo, residuos como piel de naranja, cáscara de plátano, restos de café, botellas de plástico, bacterias, hongos y hasta estiércol de vaca se han introducido en la elaboración de la ropa dentro de esa tendencia de sostenibilidad, con el objetivo de modificar la forma de producir y contribuir así, entre fabricantes y consumidores, a paliar el daño que sufre el planeta por causa de la deforestación y la contaminación.
Demetra
Aunque parezca ciencia ficción, lo cierto es que ya son muchas las marcas que avanzan en este sentido. Recientemente, la firma italiana Gucci anunció la creación de su primer material vegano para la moda tras dos años de investigación. Su nombre, Demetra, dedicado a la diosa griega de la agricultura (Deméter), se compone de pulpa de madera y poliuretano de base biológica. Las zapatillas deportivas han sido la primera apuesta del grupo para la utilización de esta nueva textura.
Piñatex
En esta revolución textil de la moda también cabe destacar Piñatex. Ideado por una empresaria asturiana, el mercado textil se renueva con un tejido hecho con fibra de piña que es igual que el cuero. Carmen Hijosa, creadora de esta nueva textura, empezó su carrera en España, expandiéndose a otros países como Reino Unido, Alemania e Irlanda donde trabajó en el diseño y fabricación de productos de cuero. Posteriormente viajó a Filipinas en busca de fibras naturales para desarrollar nuevos materias textiles y fue ahí donde descubrió el modo de hacer una ‘piel’ 100% natural y sostenible a base de la fibra de las hojas de la piña. Su creación quedó finalista en los European Inventor Award 2021 (el premio al inventor del año en Europa), lo que dio impulso a su empresa Ananas Anam, y ya cuenta en su cartera de clientes con firmas como Hugo Boss, Nike, Chanel, Ecoalf, H&M o los hoteles Hilton, para quienes ha vestido con su tejido una suite vegana en Londres, explica la creadora a El Mundo.
Algas
Moda consciente que apuesta, además, por nuevas plantaciones de algodón sostenible para un modelo de producción respetuoso con el medio ambiente, al igual que los aportes de las ciencia, creando algodones transgénicos, capaces de soportar plagas con sus modificaciones genéticas. Texturas biodegradables, que también han nacido de un equipo interdisciplinario del Imperial College de Londres y del Royal College of Art, que ha encontrado una manera de obtener fibras para la fabricación de telas a partir de plantas cultivadas en agua de mar, gracias a su tolerancia a la sal, anuncia la Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc).
Por su parte, la diseñadora canadiense de origen iraní Roya Aghighi también ha lanzado el proyecto Biogarmentry. En colaboración con la Universidad de British Columbia ha sido capaz de elaborar ropa con algas fotosintéticas. Al usar células vivas, el tejido obtenido convierte el dióxido de carbono en oxígeno, por lo que representa una alternativa sostenible al fast fashion. El alga unicelular utilizada (Chlamydomonas reinhardtii) pasa a formar parte de la trama junto con determinados nanopolímeros, provenientes de fibras de celulosa y proteínas. El resultado es un tejido 100 % natural, biodegradable y que recuerda el tacto del lino, explica su creadora.
Para activar esta bioprenda, hay que dejarla expuesta a la luz solar directa durante unas dos horas, y en lugar de lavarla, basta con rociarla con agua una vez por semana. Al eliminar dióxido de carbono y producir oxígeno, la ropa mejora el entorno más próximo al usuario. Según apunta Aghighi en su web, el promedio de vida de este tejido es de un mes, pero eso activaría un cambio en nuestra relación actual con la ropa, lo que al final induciría una modificación de hábitos.
Bloom es otro de los innovadores materiales que irrumpen en la moda. Se trata del primer etileno-acetato de vinilo (EVA) del mundo fabricado en parte con algas. Se elabora recolectando, secando y calentando algas hasta que se convierten en una especie de bioplástico, que puede utilizarse en calzado y productos deportivos. Es utilizado en la industria del calzado por marcas como Adidas, H&M, Puma, Red Wing Shoes, Reformation, Vivo Barefoot y otros.
Cuero reciclado
Igualmente, marcas innovadoras como Nike ya han puesto en marcha la fabricación de nuevos componentes, como el super material Flyleather elaborado con un 50% menos de fibra de cuero reciclado, un 40% más ligero, con más durabilidad y mejor rendimiento.
Banana
Si seguimos ahondando en texturas sorprendentes y amigables con nuestro entorno, cabe destacar la emprea Bananatex, que ha creado un material hecho a partir de plantas de la familia del banano conocidas en Filipinas como Banana Hemp o Abacá. Tras tres años investigando para transformar estas fibras en una tela biodegradable similar a una lona, el material se convierte en hilo y se recubre con cera de abejas que lo hace impermeable.
Cítricos
La naturaleza también da sus frutos en la moda y es lo que la empresa Orange Fiber impulsa. Se trata de la primera y única del mundo en producir un material a partir de cientos de miles de toneladas de subproductos de zumo de cítricos, reutilizándolos para crear telas sensuales y ligeras que ya emplean firmas como Salvatore Ferragamo.
Hongos
También impresiona el proyecto de MycoWorks, una startup de San Francisco, en Estados Unidos, que ha creando un nuevo material a partir de hongos que se encuentran en las raíces de las setas, llamado Mycelium, y que se puede utilizar como sustituto del cuero.
Las setas también inspiran como es el caso de Muskin, un tejido ideal como sustituto de la gamuza y el cuero, ya que tanto su apariencia como su tacto es muy parecido. El material se extrae directamente de las setas (del sombrero) mediante un proceso sin elementos químicos. Firmas como Loewe ya han apostado por usarlo en sus colecciones más ECO.
Plástico y nailon reciclado
Otra empresa puntera es Class, promocionando tejidos eco-friendly y con tecnologías inteligentes que, a partir de hilos de poliéster de botellas de plástico recicladas, ya utilizan Giorgio Armani y Max Mara en sus colecciones. Entre estos nuevos materiales destaca Roica, destinado a la ropa deportiva, exterior e interior, creado por residuos reciclados. Mientras, otro novedoso es Okina, un referente en moda sostenible cuyo creador ha diseñado cinco nuevos tejidos de materiales vegetales y cuero vegano, ideal para sustituir a las pieles de animales.
Econyl es otro de los materiales estrella. Se trata de nailon reciclado de plástico de redes de pesca y plástico industrial que produce la empresa Aquafil desde 2011. Es el que utilizan en gran medida las marcas de trajes de baño, ropa deportiva y accesorios, pero más recientemente ha sido elegido por empreas de lujo como Gucci para la colección Off the Grid y la gama Green District de Longchamp.
Carbón
Otra curiosa aportación al mundo textil la encontramos en la marca de ropa tecnológica Senscommon, que colaboró con la empresa textil japonesa Uchino para crear On-journey, una prenda diseñada a partir de un tejido hecho de polvo de carbón activado de roble ubame que se amasa en fibras de algodón / rayón antes de tejer. Dirigida por la diseñadora letona Laura Šilinska, la tela se purifica automáticamente y puede eliminar el olor, la humedad, las bacterias y los productos químicos ambientales.
Goma de mascar
También es curiosa la aportación de la empresa Gumdrop, que colaboró para diseñar un zapato llamado Gumshoe, cuyas suelas están hechas de goma de mascar reciclada.
Caucho
El atelier La Gadoue en Bruselas, cuenta con sus propias colecciones de bolsos Tchouc hechos de textil Tchouc, un material compuesto de origen vegetal y una alternativa al cuero. Se trata del resultado de la investigación de sus fundadores sobre el revestimiento de caucho natural sobre lienzo de lino. El resultado es un material resistente al agua y robusto con implementaciones versátiles, según recopila la experta Ester Xicota.
Arañas
El mundo vegetal se alía a la moda futurista y sostenible. Es el caso de Spinnova, que se inspira en la forma en que las arañas tejen sus telas. Preguntándose si este proceso podría aplicarse a la fibra de madera para crear textiles, sus impulsores han pasado cinco años investigando y desarrollando un material que, a diferencia de la mayoría de las telas de celulosa (rayón, viscosa y otras), no utiliza productos químicos nocivos.
Y siguiendo en el mundo de los insectos, el hilo de araña sintético junto a la fibra a base de nanotubos de carbono se ha convertido en el fuerte de la empresa española Fabrican, que ya comercializa Spray-on fabric. Desde un bote de aerosol o una pistola de pulverización se esparce el material, hecho con una mezcla de pegamento, polímeros y fibras cortas, sobre la piel o sobre una superficie generando una capa delgada de ropa que se seca al instante y que puede ser lavada y reutilizada.
Plantas y cactus
Igualmente, la marca japonesa de ropa técnica, Goldwin, junto a la innovadora en biomateriales Spiber, han creado una prenda tejida hecha con Brewed Protein ™, un biopolímero fabricado a partir de un proceso de fermentación microbiana a base de plantas. The Sweater es la primera prenda Brewed Protein ™ de la asociación y se comercializa en los Estados Unidos.
Los mexicanos Adrián López y Marte Cázarez son otros genios de los materiales bio. Han desarrollado un cuero a partir del cactus nopal que es flexible, suave y adaptable a otras industrias. Bajo el nombre de Desserto, la materia prima se extrae del cactus nopal que se cosecha en Zacatecas. Tras limpiar, triturar y refinar la planta hasta conseguir un nivel apropiado de pulverización se inicia un método de congelación del cactus del que extraen una proteína y mezclan el extracto y el polvo con aditivos naturales para producir el cuero vegetal.
Por su parte, Trino es un acrónimo de árbol y merino y da nombre a un material híbrido utilizado para hacer calcetines. Al reunir fibras de eucalipto y lana merino, se necesitaron 18 meses de desarrollo para crear estos complementos de moda que minimizan los olores y absorben la humedad. Sus creadores, la empresa Allbirds, también han lanzado TrinoXO que se utiliza para fabricar su línea de ropa. El XO se refiere a exoesqueleto porque este material contiene quitosano, un compuesto que proviene de las conchas de cangrejo.
Caña de azúcar
Otro caso es el de Sweetfoam, un material que sirve de reemplazo a las suelas comunes y que fue creado por Allbirds en 2018. Se fabrica en Brasil por una empresa petroquímica llamada Braskem a partir de desechos de caña de azúcar.
Maderas recicladas
Otra diseñadora reconocida, Stella McCartney, fomenta los nuevos materiales en sus colecciones con su piel sintética alter-Nappa. El material está hecho de PU y poliéster reciclado. La creadora reconoce que estos materiales no son definitivos como materiales circulares y están explorando innovaciones. No obstante, también emplea otra textura más comercial, de la empresa Lenzing, que se ha convertido en material popular por más marcas de moda, como H&M o Mara Hoffman. El nombre del tejido de lyocell es Tencel y está hecho de virutas de madera de eucalipto, abedul o roble que se procesan en una pulpa. Seguidamente se disuelve, se filtra y se hila. El resultado final es una tela muy suave que se siente como algodón o seda y es duradera, absorbente y transpirable.
Patatas
No obstante, aunque la voz cantante en este campo la llevan países como Estados Unidos o Japón, en España se están comercializando prendas realizadas con este tipo de materiales, como es el caso de la diseñadora Leyre Valiente, que utiliza tejidos biodegradables en sus diseños, como el de un chubasquero hecho con un bioplástico que fabrica la marca Equilicuá a base de fécula de patata, informa la web científica Tendencias.
Cemento
Una de las últimas propuestas que mejor ha sabido combinar estos nuevos materiales con las últimas tendencias es la firma española Lauwood, en colaboración con Cement Design. Principalmente se centra en bolsos con líneas simples pero que aunando tejidos y materiales consiguen crear piezas de gran personalidad, como clutchs revestidos de una ligera capa de cemento.
El futuro es moda y la moda es futuro. Materiales hasta ahora impensables que se convierten en texturas ecológicas. Tintes electrónicos, iluminación LED en las prendas, camisetas que monitorizan las constantes vitales, pantalones que cargan el móvil… ya están en el mercado y además, “no tardaremos mucho en comprar en nuestras tiendas de ropa habituales prendas autolimpiables, protectoras contra alergias o suministradoras de medicación por vía tópica”, vaticina en declaraciones a El Mundo, Lucina Llorente, especialista en materias y técnicas textiles del Museo del Traje de Madrid.