La donación de la escultura ha sido a través de la plataforma ´Enamorados del árbol´ y está expuesta en la plaza de España de la capital tinerfeña de forma permanente
Redacción
El alcalde de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias), José Manuel Bermúdez, presidió el acto de recepción de la escultura ´Lo llevo bien´ del artista vasco Julio Nieto, y que permanecerá expuesta de forma permanente en la plaza de España. La pieza de acero inoxidable, de cinco metros de altura y 450 kilos de peso, y que ya estuvo en este mismo entorno hace siete años, es una donación a la ciudad impulsada por la plataforma ´Enamorados del árbol´.
El alcalde en su intervención hizo alusión a la relación de amor del artista con la ciudad “este idilio comenzó a tejerse hace unos siete años, precisamente cuando este artista vasco universal, afincado en Tenerife, quiso proyectar su obra escultórica en la plaza de España de Santa Cruz, y ahí estuvo su árbol durante dos semanas”.
“Y fue de tal manera que sus 5 metros de altura conquistaron a la gente, que inició una plataforma en Facebook para recaudar dinero con el objetivo de comprar la pieza y asentarla definitivamente en esta capital”, añadió Bermúdez.
El artista quiso agradecer a la ciudad la acogida de su obra y detalló su experiencia con el volcán de La Palma “por lo que he llenado la base del árbol de piroclastos creciendo entre la lava y quiere ser un gesto de esperanza y aliento para los palmeros”.
En el 2014, este artista de origen vasco decidió exponer, durante dos semanas, esta escultura en la capital. Una pieza con apariencia de un hombre con forma de árbol, que simboliza “el optimismo del ser humano, que, pese a todos sus pensamientos, lo lleva bien”, y la gente “se quedó enamorada de la pieza”.
Tanto es así que se comenzó a recaudar dinero, a través de una plataforma en Facebook, para poder adquirirla y dejarla en la ciudad. Sin embargo, el objetivo no se alcanzó, y Lo llevo bien viajó por muchas galerías de arte de Madrid, Barcelona, Alemania y Nueva York.
Pasado el tiempo, y tras conocer la historia, el hijo del conocido piloto de automovilismo Juan Hernández, que estaba muy vinculado a Tenerife, se puso en contacto con Julio para adquirirla y hacer un regalo a la ciudad.
Una propuesta que el Ayuntamiento de Santa Cruz recibió con los brazos abiertos, y que provocó “una alegría enorme” a Julio, que como agradecimiento, colocará el nombre de “todos los participaron en su momento para que se quedara”.