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    Iñaki Williams salta al campo con unos cascos de cancelación de ruido

    El jugador del Athletic de Bilbao se suma a una campaña para dar visibilidad al autismo

    Redacción

    El jugador del Athletic de Bilbao, Iñaki Williams, saltó al campo de San Mamés en un reciente partido, con unos cascos amarillos y de la mano de Ekait, un peque con autismo dando visibilidad en el fútbol al Trastorno del Espectro Autista.

    El sueño de Ekait era pisar el césped de La Catedral acompañado de su jugador favorito, según mostró su madre en un vídeo. En él le explicaba que iba a ir a San Mamés y pisar el campo, a lo que el niño le contestaba que ojalá fuera de la mano de Iñaki. Y Williams no dudó en hacer realidad sus deseos. Lo que nadie esperaba es que se pusiera unos cascos igual que los de Ekait.

    Ekait sufre trastorno del espectro autista, por lo que no tolera los ruidos fuertes que de hecho pueden ser perjudiciales para estas personas. Algo imposible de evitar en un estadio que contaba con casi 50.000 aficionados en la grada para disfrutar del partido ante el Sevilla. Así, para poder saltar al campo de fútbol sin sufrir consecuencias, llevaba unos cascos para la cancelación del ruido exterior y el bloqueo de sonidos. Algo que Williams no dudó en imitar, poniéndose unos también.

    Además, el resto de jugadores del Athletic de Bilbao también saltó al terreno de juego de la mano de niños que llevaban la camiseta de la Asociación Autismo Euskadi. El Athletic de Bilbao colabora con dicha asociación para visibilizar al Trastorno del Espectro Autista y promover un mensaje de aceptación e inclusión hacia todas las personas. No es la primera vez que el equipo de fútbol vasco apuesta por dar visibilidad al trastorno autista ya que el pasado año también llevó a cabo acciones similares.

    Iñaki Williams

    Las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) pueden tolerar sonidos por debajo de los 80 db. Todo ruido que supere esa cifra se vuelve molesto e incluso insoportable, pudiendo provocar crisis, ataques de ansiedad, llanto y, en el peor de los casos, genera autolesiones.

    La hipersensibilidad sensorial es una característica que hace que las personas que la padecen perciban los estímulos (ruidos, luces, tejidos, dolor…) de forma mucho más intensa de como son realmente, causándoles una reacción adversa (agobio, ansiedad, estrés, miedo, malestar, nerviosismo…) e incluso pudiendo sentir dolor o gran malestar.

    Esto genera “muchísimo estrés, muchísima liberación de los neurotransmisores propios del estrés y genera un gran nivel de alteración conductual y emocional“. Además, al ser totalmente impredecibles, “es algo frente a lo cual no se pueden preparar y lo viven con muchísima angustia, se desorganizan”, según explica la psiquiatra Andrea Abadi, directora del Área de Neurodesarrollo y Condición del Espectro Autista del Centro Cites Ineco.

    Fuente: criarconsentidocomun