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    Científicos de la Universidad Northwestern identifican un nuevo circuito cerebral

    Está ligado al comportamiento alimentario y el aumento del IMC

    Redacción

    Un reciente estudio realizado por Northwestern Medicine ha revelado un circuito cerebral previamente desconocido que podría ser fundamental para comprender el comportamiento alimentario y el índice de masa corporal (IMC). 

    La investigación, publicada,en la revista ‘Journal of Neuroscience’, sugiere que una débil conexión entre dos regiones específicas del cerebro podría ser la razón detrás del aumento del IMC en algunas personas.

    El tubérculo olfatorio es una región cortical olfatoria vinculada al sistema de recompensa del cerebro, mientras que la sustancia gris periacueductal es una región del mesencéfalo involucrada en la respuesta a sentimientos negativos como el dolor y la amenaza, y potencialmente en la supresión de la alimentación.

    Las investigaciones previas del coautor Thorsten Kahnt, ahora en los Institutos Nacionales de Salud, han demostrado que el olor de la comida es más atractivo cuando se tiene hambre y menos atractivo cuando se está satisfecho. 

    Platos de comida. Foto:STOCKSNAP

    Este estudio buscaba profundizar en los fundamentos neuronales de cómo el sentido del olfato influye en la cantidad de comida que ingerimos.

    in embargo, cuando los circuitos cerebrales que guían este comportamiento se interrumpen, estas señales pueden confundirse, haciendo que la comida sea gratificante incluso cuando se está lleno. 

    El estudio encontró que una conexión estructural más débil entre el tubérculo olfatorio y la PAG se correlaciona con un IMC más alto en las personas.

    El equipo de investigación utilizó datos de resonancia magnética del Proyecto Human Connectome, un proyecto multicéntrico de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) diseñado para mapear las redes del cerebro humano. 

    Los hallazgos de Zhou mostraron una correlación significativa entre la fuerza del circuito cerebral y el IMC, lo que sugiere que una conexión más débil puede llevar a una mayor propensión a comer en exceso.

    Se necesitarán estudios futuros para descubrir los mecanismos exactos en el cerebro que regulan la conducta alimentaria

    Foto: COTTONBRO STUDIO

    Comprender cómo funcionan estos procesos básicos en el cerebro es crucial para desarrollar tratamientos efectivos contra el comer en exceso.

    El descubrimiento de este nuevo circuito cerebral abre una ventana a la posibilidad de tratar problemas de comportamiento alimentario a través de la manipulación de conexiones cerebrales específicas. 

    Este hallazgo también podría ofrecer nuevas vías para tratar la obesidad y otros trastornos alimentarios al enfocarse en la mejora de las conexiones entre estas dos regiones del cerebro.

    La investigación representa un avance significativo en la neurociencia del comportamiento alimentario y destaca la importancia de los estudios de conectividad cerebral para comprender mejor cómo el cerebro regula la ingesta de alimentos. 

    Este conocimiento es un paso crucial hacia el desarrollo de estrategias terapéuticas que puedan ayudar a controlar el peso y mejorar la salud general de las personas afectadas por la obesidad.

    Fuente:cinconoticias