Unimedia Technology y Milbotix se unen para crear los ‘SmartScocks’, unos calcetines que, gracias a la inteligencia artificial, alertan del nivel de estrés
Redacción
Las personas que conviven con la demencia o el alzheimer tienden a estresarse y agitarse cuando no son capaces de comunicar lo que necesitan o desean. En los casos más extremos, pueden incluso volverse agresivas contra quienes les cuidan y contra sí mismas.
Para poder predecir estos casos, y evitar que las personas con alzhéimer sufran niveles de ansiedad innecesarios, la británica Milbotix y la catalana Unimedia Technology han unido fuerzas para desarrollar los SmartSocks. Estos calcetines, equipados con un software que cuenta con inteligencia artificial (IA) y enlazados a aplicaciones móvil, monitorizan el estrés del paciente y alertan a sus cuidadores de cualquier cambio.
Estos calcetines inteligentes utilizan una serie de sensores previamente implantados en la tela. Estos son capaces de medir la frecuencia cardíaca, el sudor, la temperatura y el movimiento de quienes los lleva puestos.
Los sensores, que se conectan de manera inalámbrica a la app que los controlan, proporcionan información en tiempo real sobre el estado de la persona. Así, alerta a los cuidadores en esos momentos en los que la comunicación verbal supone un reto o cuando los episodios de ansiedad son inesperados.
Steer asegura en el medio británico que los pies son “el mejor lugar para medir el estrés”. Además, explican desde Unimedia Technology, al tratarse de un elemento cotidiano en la vida de los pacientes, “es menos probable que se los quite, lo que se traduce en una amplia aceptación del dispositivo” y menos rechazo comparado con otros sistemas de monitorización portátiles.
El objetivo final de este invento, explica Jaume Vidal, CEO de la empresa tecnológica catalana, es favorecer la independencia de los pacientes “permitiéndoles vivir en casa durante más tiempo”.
Estos SmartSocks son como cualquier calcetín que los pacientes puedan tener en su armario: su tacto y su aspecto no son diferentes. Además, se pueden lavar en la lavadora, lo que hacen que sean fáciles de utilizar y mantener.
A Steer se le ocurrió crear estos calcetines inteligentes cuando el alzhéimer llamó a la puerta de su casa familiar. Su bisabuela, Kath, empezó a mostrar los primeros síntomas de la demencia y, poco a poco, su forma de ser cambió por completo.
Kath se convirtió en una persona agresiva y ansiosa, e incluso llegó a acusar a su hija de robarle. Fue en ese momento cuando Steer decidió ponerse manos a la obra e investigar la manera en que la inteligencia artificial podría predecir el comportamiento de Kath y todos los pacientes con demencia.
En España, son 800.000 las personas diagnosticadas con alzhéimer, según la Sociedad Española de Neurología (SEN). La misma organización, además, estima que en 2050 los pacientes con demencia alcanzarán el millón.
Fuente: elespanol