Carlos Curbelo / NoticiasPositivas.press
Gracias a la espléndida floración multicolor, las hortensias son plantas imprescindibles en los balcones, patios o jardines de nuestras casas. Si se elige bien la variedad y se le aportan los cuidados apropiados, disfrutaremos de ellas todo el verano.
El nombre del género —Hydrangea— se deriva del griego y hace referencia a lo que las hortensias necesitan para un desarrollo óptimo y etimológicamente proviene de la combinación de dos palabras: Hydrangea (agua) y angenion (vascular). Así, el riego de manera regular, forma parte de los principales cuidados de las hortensias, especialmente en el caso de las plantas sembradas en macetas.
Para un buen crecimiento, las hortensias necesitan una tierra ácida y rica en materia orgánica. Requieren humedad y riego abundante, aunque con suelo bien drenado. También es recomendable colocar una capa de mantillo para mantener la humedad. Se recomienda regar al menos dos veces en semana sin encharcar el suelo, en climas cálidos hasta tres riegos con poca cantidad de agua y en invierno espaciar el riego cada 14 días.
Necesitan un ambiente fresco, en semisombra y no toleran bien las temperaturas muy altas, por lo que hay que evitar exponerlas al calor fuerte. Les gusta el sol de la mañana o el sol de la tarde, pero en épocas de sol muy fuerte, tienen que estar a sol indirecto. Necesitan mínimo 5 horas de sol para florecer. Añadir fertilizante a la tierra de las hortensias ayudará a su floración.
Los colores de las hortensias cambian según la variedad y el pH del suelo. Los suelos ácidos con un pH inferior a 5,5 suelen dar flores azules, sin embargo los suelos con pH superior a 5,5 suelen dar flores rosas. La variedad de hortensias blanca no se ve afectada por el Ph, por eso es una de las más abundantes.
Hay que evitar los lugares muy expuestos al viento que pueden afectar al crecimiento de la planta.
Decoración de una mesa con hortensias
Para esta decoración, partimos del reciclado de los botes de conserva que usemos en casa. Les quitamos las etiquetas y una vez limpios, añadimos una cinta de pegar de doble cara en el centro de cada bote. A partir de aquí, vamos colocando palos de polos de manera consecutiva, creando un efecto de tatami. Una vez terminado, embellecemos el trabajo con cintas de arpillera y encaje u otras cintas que tengamos en casa.
Para esta composición, hemos elegido un mantel de color liso y en armonía tonal con la variedad de hortensias de las que disponemos para realizar la composición. Además añadimos bajo platos de ratán, para darle rusticidad y un aspecto vintage a la mesa.
Una vez colocadas las hortensias por color y proporción, se añaden ramas de corylus o cualquier otra secas que tengamos a mano, para conectar con los bajo platos.
