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    Hallan la solución para vivir en el espacio y envejecer más despacio

    Redacción

    Los desafíos de salud que enfrentan los astronautas en el entorno de los vuelos espaciales son numerosos. Y uno de los mayores escollos que tiene la humanidad de cara a plantearse los viajes a larga distancia (como, por ejemplo, ir a Marte) y convertirse en el futuro en una especie interplanetaria, es que no hemos descubierto ningún modo de evitar los efectos de la radiación espacial, la microgravedad, el estrés en el cuerpo… y es que todo esto ejerce una presión impresionante en la salud del cuerpo humano.

    Sin contar con que viajar con tripulación humana a largas distancias por el sistema solar, con la tecnología actual, lleva tanto tiempo que lo único que hace es agrandar los desafíos de la supervivencia del ser humano en el espacio.

    Ahora, un equipo de científicos del University College London (UCL), la empresa biotecnológica LinkGevity y la Agencia Espacial Europea (ESA) proponen un revolucionario enfoque que podría solucionar los retos de la supervivencia humana en el espacio profundo a la par que ayudar en la ralentización del envejecimiento o incluso tratar enfermedades crónicas: controlar la necrosis (o muerte) celular.

    La necrosis es un tipo caótico de muerte celular no programada. Se produce cuando las células se ven sobrecargadas por una lesión, una infección o el estrés. Este proceso inunda las células de calcio, lo que altera sus funciones vitales y provoca su ruptura. Todo ello, de una forma bastante desordenada y caótica, conduce a la liberación de moléculas tóxicas en el tejido circundante, desencadenando inflamación y acelerando el daño.

    “A nadie le gusta hablar de la muerte, ni siquiera de la muerte celular, razón por la cual quizás se comprenda tan poco la fisiología de la muerte. Y, en cierto modo, la necrosis es muerte. Si mueren suficientes células, mueren los tejidos, y nosotros morimos. La pregunta es qué sucedería si pudiéramos detener la necrosis”, aclara Keith Siew, autor del estudio del Centro de Salud Renal y Vesicular del UCL y coautor del trabajo que recoge la revista Nature Oncogene.

    Así, si bien las formas programadas de muerte celular permiten la regeneración del tejido, la necrosis no está controlada y puede provocar su deterioro. Pero, ¿y si pudiéramos intervenir en este proceso? El estudio reúne datos de la biología del cáncer, la medicina regenerativa, las patologías renales y la salud en el espacio para sostener que la necrosis va más allá de ser un simple desenlace biológico: podría ser el punto de partida de la disfunción celular y tisular a medida que envejecemos.

    “Si logramos abordar la necrosis, podríamos descubrir formas completamente nuevas de tratar afecciones que van desde la insuficiencia renal hasta las enfermedades cardíacas, la neurodegeneración e incluso el propio envejecimiento”, dicen los autores.

    Y ni qué decir de la exploración espacial: en el espacio, los mismos factores que causan el envejecimiento en la Tierra se ven agravados por la radiación cósmica y la microgravedad, lo que acelera en demasía la degeneración del organismo. Si se lograra controlar este proceso, no solo sería un paso trascendental para la salud en la Tierra (sobre todo a nivel de esperanza de vida), sino también sería una forma de ampliar nuestras fronteras cósmicas.

    “Si pudiéramos prevenir la necrosis, aunque fuera temporalmente, estaríamos interrumpiendo estos ciclos destructivos en su origen, permitiendo que se reanuden los procesos fisiológicos normales y la división celular, e incluso potencialmente permitiendo la regeneración”, concluye Carina Kern, autora principal del estudio y directora ejecutiva de LinkGevity, una empresa de biotecnología con sede en el Campus de Investigación Babraham de Cambridge y parte del programa Space-Health de la NASA.

    Fuente: National Geographic