Redacción
Con el verano llega el calor y los colores que comenzaron a abrirse paso en primavera. Las tendencias en cuanto a colores y estilos varían pero no drásticamente y por eso nos vemos rodeados de elementos, como las flores, que nos llenan de alegría la casa, el baño y los corazones.
La naturaleza nos ofrece este elemento efímero tan hermoso para nuestro uso y disfrute. Durante siglos las flores han sido el único elemento decorativo de los hogares y hoy siguen siendo una parte fundamental en el diseño de interiores. Su delicadeza y colorido las hacen irresistibles para cualquier amante de la belleza, además sus olores nos relajan y nos hacen sentir en paz con nosotros mismos y con la estancia en la que se encuentran, ellas y nosotros.
Y aunque el cuarto de baño haya estado siempre en un segundo plano en la decoración, siempre ha habido cabida para un ramo de flores en este espacio tan funcional de la casa. Hoy el baño ha conseguido despertar el interés de diseñadores, marcas y fabricantes convirtiéndose en uno más y formando parte del proceso decorativo.
Este verano las flores serán el mejor aliado para nuestro baño aportando chispa y color a este espacio habitualmente tan neutro y anodino. Tengas un baño grande o pequeño, oscuro o con mucha luz, minimalista o rústico… las flores se convertirán en el centro de todas las miradas.
Cada temporada podemos disfrutar de distinta variedad de flores y la primavera es el momento optimo de las rosas, las violetas, los tulipanes, las orquídeas, los narcisos o los girasoles, entre otros. Es la mejor oportunidad para presumir de ellas en nuestra casa y también en nuestro baño.
Antes de decorar el cuarto de baño con flores debemos tener en cuenta una serie de factores. El tamaño, los colores y el estilo de este espacio determinaran la variedad y los colores del ramo. También es fundamental el lugar de su colocación y la distribución del espacio.
Si el lavabo cuenta con una superficie plana o encimera, este será sin duda el lugar idóneo para situar las flores. Otra opción sería ubicarlas sobre un mueble o estantería a la vista. Pero sin duda, nuestro lugar preferido es una repisa bajo el espejo, de esta forma podemos multiplicar su efecto.
El tipo y color del suelo y revestimiento determinaran la variedad y colorido de las flores. Si nuestro baño está diseñado en tonos neutros, tenemos más libertad a la hora de escoger flores. En cambio, si cuenta con un interior con colores vivos o mezcla de tonos, estaremos mucho más limitados, aunque un solo color que destaque no tiene por qué desentonar, siempre dependerá de los tonos elegidos pero, como ya hemos comentado, unos girasoles o unos tulipanes no tienen por qué quedar mal si conseguimos un contexto armónico general.
Mientras, los ramos o las flores de gran tamaño encajarán como un guante en baños grandes, en espacios reducidos optaremos por pequeños ramitos o flores mini.
Fuente: Interiores